*) Enrique M. González Vilar Laudani
¿Qué está primero?, ¿El huevo o la gallina?. Este dilema de nunca acabar no debería aplicarse a la dialéctica Estado Vs Educación.
Los países que más han avanzado en el mundo, que se han desarrollado en los últimos años, tienen varios denominadores comunes. Uno de ellos, quizás el más importante, es que han destinado sus principales esfuerzos en mejorar el Sistema Educativo.
Anteriormente reproduje la cita que decía que si alguien tiene hambre y le das un pescado sacias una necesidad del momento, pero si le enseñas a pescar le ayudarás a no pasar más hambre por el resto de su vida.
Otra comparación que se me ocurre es cuando tienes un corte en el brazo y hay que aplicar los elementos necesarios para la curación, para que la herida cicatrice.
Según el diccionario, el verbo cicatrizar se define como “Completar la curación de las llagas o heridas hasta que queden bien cerradas”. En estos casos sabemos que todo lo que se use debe cubrir totalmente las partes afectadas. Por ejemplo, la venda no puede ser de menor tamaño que la herida.
Este ejemplo nos enseña que para llevar a cabo la transformación en el ámbito educativo, todo lo que hagamos, debería tener igual o mayor tamaño, densidad y profundidad que el problema que se identifique para corregir.
No es mi intención hacer un diagnóstico de los desafíos educativos, ni de las políticas instrumentadas, ni juzgar los diversos estamentos en los que la educación se expande, sino compartir con ustedes, mis amigos, la importancia fundamental que la Educación tiene en el futuro de esta bendita Nación. Haciendo esta aclaración, me gustaría expresar algunos pensamientos, aún sin el desarrollo que merecería el tema.
En primer lugar, para definir un Modelo Educativo hay que tener claro el Modelo de Nación que se quiere desarrollar. Esto no se puede decidir de forma sectaria, sino que tiene que darse a partir de acordar una política de Estado. Dicha política tiene que traspasar los gobiernos de turno y delinearse entre todos los actores que la conforman.
Entonces, cada período de Gobierno, no tendrá que empezar todo de nuevo, derribando lo anterior, sino que comenzará a edificar desde lo último que hizo el anterior, haciendo del progreso una constante.
Un Modelo de País se establece a partir de las ventajas comparativas que se tienen con respecto a otras naciones, para competir en las mejores condiciones en el concierto mundial, con la mira en obtener la felicidad y desarrollo del potencial humano del país.
Esto debe considerar como condición sine qua non, que dicho Modelo tiene que alcanzar a todos, sin excepción. Una cadena nunca es más fuerte que el más débil de sus eslabones, por lo que el desarrollo de los menos favorecidos debe estar incluido desde el principio.
El Modelo Educativo debe estar en consonancia con el Modelo de Nación que se quiera alcanzar, teniendo en cuenta los dones y talentos de todos y su unicidad como seres humanos, para llegar al desarrollo individual, en un marco de libertad y responsabilidad.
Tanto Estado como Educadores deberán estar conscientes que son los alumnos el objeto de todo esfuerzo y que tienen la prioridad en toda cuestión o discusión, en detrimento de posiciones personales o sectarias. El sistema educativo existe porque hay alumnos, de lo contrario no tendría razón de ser.
En segundo lugar se debe entender que la magna tarea de educar, enseñar, guiar e instruir es en primera instancia de los padres. La familia es la primera agencia socializadora y el amor debe ser el nervio conductor. Luego vienen las instituciones educativas, en representación del Estado.
En tercer lugar, no podemos pedir que los Educadores asuman las obligaciones que se desprenden de tamaña responsabilidad sin que tengan un salario dignísimo, que no solo les permita vivir bien, sino que, además, el proyecto en el que se vean involucrados atraiga a las mentes más brillantes, juntando así la vocación con los naturales deseos de progreso.
En algunos países del mundo, el 20% de los alumnos con mejor promedio que egresan de las universidades, son formados y asignados para ser Maestros, entre otros. El docente tiene que volver a ocupar el lugar de prestigio que tenía antaño, siendo una figura respetada por la sociedad toda.
En cuarto lugar, un Docente, teniendo todo lo que concierne al punto anterior, estará dispuesto a capacitarse y ser evaluado regularmente durante toda su vida laboral, conociendo que en este mundo de constantes cambios, lo que hoy es bueno, mañana quizás haya quedado desactualizado.
En quinto lugar, y en última instancia, para no aburrir, la Educación en Valores Humanos debería traspasar todos los estadios de la Enseñanza. Los sentimientos patrióticos, el sentido de pertenencia, el respeto hacia el otro, los ideales de una vida íntegra, el servicio y la aceptación de la diversidad, son algunas de las cosas que deberían impregnar cualquier materia o asignatura.
Quisiera agradecer y reconocer la inmensa tarea que llevan adelante, en condiciones muchas veces desventajosas, excelentes maestros, profesores y funcionarios que trabajan en todas las áreas educativas y con escasos recursos.
Son el “Alma” y el “Corazón” de la Enseñanza y todos estamos en deuda con ustedes por lo que hacen por nuestros niños.
Este es un tema que nos concierne a todos ¿Podemos hacer algo?….¿lo intentamos juntos?.
*) Periodista (Universidad Nacional de la Matanza - Bs. As. - Argentina). Director de Seminarios e Institutos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para las sedes Morón, Quilmes y Merlo (todo en Bs. As.).
Docente y Profesor en religión para jóvenes de 14 a 30 años. Director del Programa de Becas Educativas (FPE) de la Iglesia en Instituto SEI Merlo. Coach y Orientador Educativo en el mismo Instituto.
Todo esto fue realizado desde 1986 a 2013. Coach de Vida y Facilitador de proyectos personales (Estudios con la Licenciada Graciela Sessarego - Venezuela).
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