*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
Muchas familias niegan un suicidio obvio aun en el caso de que haya una evidencia indiscutible. La mera idea de que un ser querido se quite la vida es emocionalmente difícil de asimilar. El proceso de negación es complicado por el sentido abrumador de la culpa y de la responsabilidad que siente la familia. Simplemente es demasiado doloroso para los miembros de la familia el admitirse el uno al otro que su ser querido se quitó la vida.
Cada miembro se siente responsable por no haber prevenido la pérdida. De aquí que, la admisión abierta del suicidio en una familia es rara, y si es que ocurre, sucede lentamente.
Nadie puede ofrecer “inmunización” para el azote del suicidio. Juzgando por la respuesta indiferente de la sociedad, podríamos asumir que el suicidio no es un problema tan grande. Aun cuando hemos sido prevenidos de los efectos devastantes del mismo, nuestra respuesta aun no suple la necesidad.
El suicidio, es un síntoma: un síntoma de problemas, situaciones y tendencias las cuales no hemos ni reconocido ni enfrentado de la manera apropiada.
No estamos tratando con una situación que no tiene remedio. Las respuestas ya están a disposición y simplemente esperan comunicación.
NO OLVIDE: El suicidio es una causa de muerte EVITABLE.
*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); en proceso: “Estrés, Depresión y Suicidio”. Disertante en múltiples eventos en varios países.