El hecho ocurrió el domingo 23 en la rambla Gral. Artigas de Punta del Este, donde la víctima fue abordada por un grupo de individuos, que lo agredió físicamente para llevarle una bicicleta. Dos de los participantes fueron identificados por la Policía y condenados por la Justicia a distintas penas.
El domingo, la Policía se desplazó a rambla Gral. Artigas y calle El Corral (calle 23) de Punta del Este, donde se había cometido un hurto mediante violencia física. Tras ser asistida, la víctima expresó que varios sujetos que se desplazaban en motos y un auto lo agredieron y amenazaron hurtándole su bicicleta marca GT.
En forma inmediata comenzaron a trabajar los visualizadores de las cámaras públicas de video vigilancia, logrando establecer que los autores huyeron hacia Maldonado, luego por Ruta 39 e ingresaron al barrio Hipódromo de Maldonado a bordo de dos motos y llevando la bicicleta hurtada.
La Policía avistó los bi rodados y aunque sus ocupantes intentaron huir, más tarde dos de ellos fueron intervenidos. Se trataba de P.D.F.D.A., de 20 años, y un adolescente de 17 años, quienes fueron trasladados a dependencias policiales de la capital departamental para ser indagados.
Algunas horas más tarde, quien fue identificado como B.M.A.O., de 19 años, se presentó voluntariamente en dependencias de la seccional 10ª de Punta del Este, haciendo entrega de la bicicleta hurtada y asumiendo su participación en lo ocurrido en plena rambla de Punta del Este.
El Juez Penal de 4° Turno, condenó a B.M.A.O. como autor de un delito de rapiña agravado en concurso fuera de la reiteración, con un delito de lesiones personales dolosas, a la pena de 2 años y 8 meses de prisión efectiva, y otros 2 años y 4 meses de libertad vigilada.
Por su parte, P.D.F.D.A. fue condenado como coautor de un delito de rapiña agravada, y como autor de un delito de lesiones personales dolosas, en concurso fuera de la reiteración, a 2 años y 6 meses de prisión efectiva y otro año y 6 meses de libertad vigilada.
Durante el periodo de libertad vigilada, los delincuentes deben residir en domicilio específico y podrán concurrir a trabajar; asimismo, deberán concurrir a la dependencia policial más cercana una vez a la semana, y quedaron impedidos de acercarse a menos de 500 metros de la víctima, o comunicarse con ella.
No se informó que ocurrió con el adolescente de 17 años, aunque todo indica que quedó en absoluta libertad; por otra parte, la Policía sigue trabajando en el caso ya que los protagonistas pudieron haber sido más, teniendo en cuenta lo denunciado en su momento por la víctima.