La Justicia condenó a 7 meses de prisión efectiva a Yonathan Gularte Hernández, de 29 años y poseedor de varios antecedentes penales, como autor penalmente responsable de un delito de desacato agravado, tras ser denunciado por su expareja que había decidido terminar la relación definitivamente.
La mujer, se presentó ante Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género (UEVDG) de la Policía de Maldonado, para denunciar a Gularte Hernández ya que al finalizar la relación que mantenían, se negaba a retirarse del domicilio donde ella alquila.
El sujeto, que cumple una condena de prisión vigilada desde el mes de marzo, fue informado por un Juez de Familia que debía retirar sus pertenencias de la casa de la mujer, quedando impedido de acercarse a menos de 500 metros o comunicarse con ella por 180 días.
Además, se fijó una audiencia que debía cumplirse este viernes 28 de diciembre. Sin embargo, el día 26, cuando la mujer llegó a su casa, encontró a Gularte Hernández durmiendo en el living, por lo cual volvió a denunciarlo ante la UEVDG que lo detuvo y lo llevó ante el Juez.
Este mismo sujeto, el 17 de marzo de este año fue condenado a 12 meses de libertad vigilada, como autor de un delito de violencia privada en reiteración real, con un delito de hurto, tras robar varios miles de dólares, alhajas y otra serie de efectos de un hotel de Chihuahua.
El jueves 1° de marzo, una mujer en representación de un establecimiento hotelero del balneario Chihuahua, denunció el robo de US$ 3.000, una bomba de agua y herramientas varias, así como una cadena de oro con el dije de una virgen. Acusó directamente a Yonathan Gularte Hernández.
El individuo, poseedor de antecedentes penales, había trabajado en el hotel, pero tras una serie de altercados fue cesado. Durante las actuaciones posteriores y la intervención de Fiscalía, se ordenó su ubicación y detención. El 16 de marzo, fue apresado por la Policía de Melo, donde estaba viviendo.
Tras haber sido condenado por los delitos mencionados, se le sustituyó la prisión efectiva por la pena de libertad vigilada para lo que debió fijar domicilio; además, debía presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana y asistir obligatoriamente a Narcóticos Anónimos.