La Justicia Penal de San Carlos dispuso 180 días de prisión preventiva para el joven de 25 años detenido en Aceguá, que admitió haber matado a puñaladas a  Maurizio Aquino la noche del domingo 26 de mayo en la ciudad de San Carlos. Está investigado por la autoría de un delito de homicidio especialmente agravado.

 

En las últimas horas de la tarde de este jueves, la Justicia Penal de San Carlos formalizó a C.A.R.V., de 25 años, imputado por la presunta autoría de un delito de homicidio especialmente agravado, disponiendo su prisión preventiva por el término de 180 días en tanto avanza la investigación.

Se trata del asesino del profesor de inglés de San Carlos, Maurizio Aquino, de 32 años, quien fuera encontrado muerto en las últimas horas de la tarde del lunes pasado en su finca de calle Mariano Soler, presentando una serie de heridas de arma blanca y un cuchillo clavado en el pecho.

El homicida, sobre quien recayeron en forma inmediata todas las sospechas, confesó que la noche del domingo 26, luego de jugar al ajedrez y “tomar algo”, se produjo una fuerte discusión con Maurizio, momento en el que tomó un cuchillo y le profirió varias puñaladas.

Le dejó clavada el arma blanca en el pecho y luego intentó quemar algunos efectos que, no se sabe si fue en un intento por borrar algunas pruebas de su relación con el docente, o si efectivamente quiso provocar un incendio en la casa que hubiera dificultado la investigación.

Finalmente, tomó algunos efectos y dinero, así como una tarjeta de crédito internacional de la víctima, y viajó a la ciudad de Pando donde recorrió algunos boliches y prostíbulos para trasladarse finalmente a Tres Cruces (en Montevideo) donde abordó un ómnibus para Cerro Largo.

Fue en aquel departamento que realizó varias compras con la tarjeta de crédito de Aquino lo que activó todas las alarmas ya que la dirección Nacional de Investigaciones estaba tras sus pasos. Fue detenido la tarde del miércoles en Aceguá, antes que pudiera huir hacia Brasil.

El homicidio quedó al descubierto en las últimas horas de la tarde del lunes 27 de mayo, luego que durante toda la jornada nadie supiera nada del docente de inglés y algunos padres que llevaron a sus hijos a estudiar en su centro particular, no encontraron respuestas al llamar a la puerta.

La finca, en la que desde hace algunos meses convivían víctima y victimario, está ubicada en una zona céntrica de la ciudad de San Carlos, en calle Mariano Soler, entre José Pedro Ramírez y Carlos Reyles. El docente era muy apreciado tanto por vecinos como por sus pares y alumnos.

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