Uno de los sujetos robó una finca y un taller de soldadura en Maldonado, en tanto otro fue condenado por receptación aunque se presume que fue el autor material de robos cometidos en casas de los balnearios Playa Verde y Las Flores.
La Justicia condenó a un año de cárcel a Aníbal Fabián Campero Sequeira, como autor de un delito de violación de domicilio agravado por la nocturnidad, en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de hurto y dos delitos de hurto en régimen de reiteración real.
Campero, fue el autor de un robo cometido a mediados de la pasada semana del patio de una finca de avenida Roosevelt, que fue observado en tiempo real por la propietaria, a través de las cámaras de seguridad de la propiedad. El sujeto se llevaba un artefacto lumínico.
Reconocido posteriormente por los investigadores, quedó requerido hasta que terminó detenido por el dueño de un taller de avenida Aiguá, donde acababa de robar una serie de repuestos. El trabajador había perseguido a Campero a quien ubicó y detuvo en Maldonado Nuevo.
En zona costera
La Jueza Penal (s) de 4° Turno de Maldonado, condenó a quien fue identificado por las iniciales J.M.N.V., a 6 meses de prisión efectiva como autor de dos delitos de receptación en régimen de reiteración real, aunque se supone fue autor de robos en dos fincas de la zona costera cercana a Piriápolis.
Durante la investigación policial, se probó que el 28 de febrero pudo haber hurtado en una finca de Playa Verde. Mediante la rotura de una puerta y una ventana, habría ingresado llevándose prendas de vestir, comestibles, artículos de pesca, herramientas eléctricas y dos bicicletas.
Posteriormente, el 12 de mayo fue visto en momentos que ingresaba a una finca de calle Las Anémonas, a una cuadra de Ruta 71 en la zona de balneario Las Flores. Vecinos que observaron el accionar de J.M.N.V. avisaron a la Policía que en pocos minutos llegó al lugar.
El ladrón fue detenido cuando salía de la propiedad. Una inspección ocular posterior, permitió confirmar que había roto algunos vidrios de la casa; en el interior, habían quedado huellas de barro de su calzado en una mesada, lo que fue relevado por Policía Científica.