Omar Blasi Lentino (84) que asesinó a su propio hijo Alejandro (48), dejó de existir la mañana de este sábado, mientras permanecía internado en Sanatorio Mautone de Maldonado. Padecía graves problemas cardíacos por los que incluso la justicia le había permitido cumplir la pena por homicidio especialmente agravado, en su casa.

El octogenario, estaba siendo asistido por sus graves problemas cardíacos en Sanatorio Mautone de la ciudad de Maldonado. Esos mismos problemas de salud fueron los que llevaron a la justicia a permitirle pagar la pena por el asesinato de su hijo, en su casa particular.

En agosto del año pasado, Omar Blasi fue trasladado a Sanatorio Mautone, donde fue sometido a una serie de chequeos para evaluar su estado de salud. El informe favoreció el pedido de su defensa, y desde entonces ya no volvió a prisión sino a su propia casa del barrio Jardines de Córdoba de Punta del Este.

Antes, en abril, había sido trasladado al Comcar, luego de manejarse la posibilidad de alojarlo en Las Rosas, que cuenta con celdas en muy buenas condiciones; además, estaba muy cerca de la mutualista que lo trataba. Pero primaron otras razones para trasladarlo.

Autoridades del CNR evaluaron el caso, y con distintos informes médicos decidieron que Blasi fuera trasladado al Comcar, donde funciona un servicio permanente de asistencia médica de ASSE y hay incluso una ambulancia. Su estado finalmente llevó a que purgara la pena en su casa.

Omar Blasi se lleva a la tumba la verdadera causa por la cual mató a balazos a su propio hijo Alejandro, el 25 de marzo de 2014; su eventual participación en la entrega de los delincuentes argentinos del caso Liberaij y detalles de un robo que perpetró en una entidad bancaria en Maldonado.

El asesinato

Frío, sin muestras de arrepentimiento o congoja, Omar Blasi (83) escuchó el fallo judicial la tarde del sábado 29 de marzo de 2014, en el que le imputaron homicidio especialmente agravado, por el asesinato de su propio hijo, Alejandro Blasi (48), al que ultimó de tres disparos.

Omar Blasi, se mantuvo en una cerrada negativa desde principio a fin, y en ningún momento aceptó la autoría del sangriento episodio ocurrido el martes 25 de marzo de ese año sobre la hora 19.00, en unos galpones ubicados en las afueras de la ciudad de Maldonado, cuando mató a su hijo.

El móvil no pudo conocerse ante la imposibilidad de obtener la verdad del homicida, pero para los investigadores no quedaron dudas que todo giró en torno a temas económicos de una familia que, en aquel momento se supo, poseía mucho más dinero y propiedades de lo que se conocía.

La serie de pruebas contundentes que obtuvo la Policía y que fueron minuciosamente analizadas hasta el filo mismo del plazo legal para mantener detenido a Omar Blasi, fueron abrumadoras para demostrar que el octogenario fue quien asesinó a su hijo.

Alejandro fue ultimado con un revólver Magnum 3.57. La dirección de los tres impactos que cegaron la vida del empresario fueron efectuados de derecha a izquierda y desde el asiento del acompañante del conductor, donde se ubicaba su padre Omar.

Oscuro historial

Aunque aquel caso sorprendió porque el octogenario acribilló a balazos a su propio hijo, tenía un temible historial. Robó un banco en Maldonado, fue a la cárcel, salió pero nunca dijo que hizo con el dinero, lo que hace suponer que lo guardó a buen recaudo.

Aunque siempre negó su responsabilidad, como lo hizo tras matar a su propio hijo, fue vinculado con uno de los hechos policiales más recordados en el Uruguay. Le dio cobijo -y eventualmente entregó- a tres ladrones y asesinos argentinos que luego murieron a manos de la Policía.

Fue el famoso caso del edificio Liberaij, que ha sido fuente de inspiración para letras de canciones, una película y varios libros, incluso uno de reciente publicación. En aquel caso se vinculó a Omar Blasi quien además, fue caratulado como un gran contrabandista.

(Foto: MaldonadoNoticias)

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