El individuo, fue enviado a la cárcel como autor de un delito de receptación, tras ser atrapado por la Policía tripulando una moto robada poco antes en el barrio Jardín los Treinta y Tres de Maldonado. Como suele ocurrir en estos casos, no admitió haber hurtado el bi rodado aunque tampoco pudo justificar porque andaba en él.
La Justicia condenó a 8 meses de prisión efectiva a Diego Alejandro Rivero Roldán, de 27 años y poseedor de antecedentes penales, como autor penalmente responsable de un delito de receptación, tras ser intervenido por la Policía tripulando una moto robada.
Días atrás en horas de la madrugada, se presentó en dependencias policiales un hombre, para denunciar el robo de su moto marca Winner, la que fue llevada del frente de su domicilio en calle Luciano Romero, en el barrio Jardín los Treinta y Tres de la ciudad de Maldonado.
Posteriormente, en momentos que personal policial realizaba tareas de patrullaje por calle Alberto Caracara, fue observada una moto sin chapa matrícula ocupada por dos hombres quienes no se detuvieron para ser identificados dándose a la fuga por distintas calles.
Minutos más tarde, uno de los motociclistas fue detenido, tratándose de Riverón Roldán quien fue trasladado a dependencias policiales y quedó a disposición Fiscal. La moto era la Winner robada en calle Romero, y aunque el detenido negó haberla hurtado, fue imputado por receptación.
En el kiosco
A todo esto, la Justicia dispuso la suspensión del proceso para un joven de 18 años, identificado como J.G., el que deberá cumplir arresto domiciliario nocturno de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente, y presentarse en la dependencia policial más próxima a su casa una vez a la semana, todo por 90 días.
El joven fue detenido por la Policía días atrás en horas de la madrugada, cuando efectivos acudieron a un llamado que daba cuenta de un robo que se había cometido poco antes en un kiosco ubicado en la explanada de la terminal de ómnibus de Maldonado.
En el lugar se recabó información sobre el posible autor, tras lo cual personal del grupo PADO intervino en las inmediaciones a dos jóvenes que al ser revisados, llevaban lo hurtado: golosinas, un teléfono celular y algunas monedas. Mientras el adolescente quedó en libertad, el mayor respondió ante la Justicia.