El iracundo joven ya tenía medidas cautelares, pero tras el nuevo incidente con su propio padre, fue condenado a una pena combinada que incluye tres meses de prisión efectiva y otros nueve de libertad vigilada. El caso ocurrió en la jurisdicción de la UEVDG de Piriápolis.
Este miércoles 29 de enero, la Justicia condenó a una pena combinada de prisión efectiva y libertad vigilada a un joven de 22 años, de iniciales A.F., como autor de un delito de desacato, especialmente agravado, un delito de daño agravado y un delito de violencia privada, todo en régimen de reiteración real.
En la tarde del martes, un hombre acudió a la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género (UEVDG) de Piriápolis, para denunciar a su hijo A.F., quien se encontraba con medidas cautelares desde hace solamente una semana, que incluían la prohibición de acercamiento.
El hombre dijo que el joven se había presentado en el estacionamiento de su trabajo, amenazándolo de muerte sino retiraba la denuncia radicada anteriormente y por la cual estaba con medidas de restricción; además, dijo que al retirarse le provocó una serie de daños a la moto de su propiedad.
Tras la denuncia, A.F. fue detenido y puesto a disposición Fiscal hasta que en la jornada del miércoles compareció ante la Justicia. La pena impuesta implica que durante 3 meses cumpla prisión efectiva, y los 9 siguientes una serie de medidas en el marco de la denominada libertad vigilada.
Deberá portar tobillera electrónica y concurrir una vez por semana a la dependencia policial más próxima a su domicilio. Asimismo, tendrá prohibido comunicarse por cualquier vía con su padre, o acercarse a menos de 500 metros de él o de su domicilio.