Uno de los casos se registró cuando un móvil de la URPM del Distrito 2 concurrió a una finca donde se registraba un problema familiar, y el otro en un control de vehículos donde un efectivo fue atropellado.
Gabriel Alexander Cadimar Carrasco, de 25 años, quien fue condenado a 120 días de arresto domiciliario como autor de un delito de atentado agravado, tras agredir físicamente días atrás, a un efectivo policial de la URPM del Distrito 2 que acudió a un llamado por un problema familiar.
Al momento de ser identificado, Cadimar Carrasco no dudó en agredir a un funcionario, por lo cual fue reducido, detenido y trasladado a dependencias policiales. Desde allí se informó de lo actuado a Fiscalía, que dispuso la comparecencia del sujeto ante la Justicia.
Este mismo individuo, el martes 21 de abril de 2015 fue enviado a prisión por el delito de “calumnias”, tras haberse presentado en dependencias policiales a denunciar el robo de un coche que había alquilado a otro hombre que inicialmente también quedó detenido ante lo poco claro de la situación.
Gabriel Alexander Cadimar sostuvo ante los investigadores que si bien había alquilado un coche BYD, de color rojo, se lo habían hurtado del frente de su casa en el barrio San Martín de la ciudad de Maldonado, lo que horas más tarde quedó probado que no ocurrió.
En principio se supuso que en realidad le prestó el auto a otros delincuentes que fueron perseguidos por la Policía a través de distintas calles de varios barrios del Este de la capital departamental, aunque también podría haber sido uno de los ocupantes del mismo.
Durante aquella investigación, se presumió que los ocupantes del coche habían estado distribuyendo drogas en algunas bocas que funcionan en el eje del barrio Scarone. El vehículo fue dejado abandonado por sus ocupantes (serían 4 o 5) con una serie de efectos.
Debajo de los asientos había dos armas de fuego, y en la guantera lo que parecía ser una granada de fragmentación y dos teléfonos celulares, además de una balanza de precisión. Policía Científica realizó un peritaje y ante la duda convocó a la Brigada de Explosivos del Ejército.
La granada fue retirada e inspeccionada con las precauciones del caso, confirmándose que se trataba de una réplica que no tenía capacidad de detonación, aunque fue llevada por el personal especializado que elaboró un informe de acuerdo con los protocolos vigentes.
Las armas de fuego eran un revólver Doberman calibre 32 largo y otro marca Zar calibre 22, con 7 proyectiles vivos calibre 22 y 7 municiones calibre 32. Ambas fueron enviadas a Montevideo para ser sometidas a peritajes y poder establecer si podían haber sido usadas en algún hecho de sangre.
Otro pegador
Este domingo 10 de mayo, en tanto, la Justicia condenó a otro joven de 20 años por un delito similar al del anterior. E.G.C.S., fue condenado a 6 meses de libertad vigilada como autor de un delito de atentado, en concurso formal, con un delito de lesiones agravadas.
El sábado 9 en horas de la noche, cuando personal policial se encontraba realizando un control vehicular a la altura de avenida Lussich y calle Albatros, en el barrio Maldonado Park, el ahora condenado embistió a uno de los efectivos provocándole varias lesiones en una pierna.
E.G.C.S. se dio a la fuga, fue perseguido y detenido a las pocas cuadras, tras lo cual fue trasladado a dependencias policiales hasta que compareció ante la Justicia. Durante los primeros 3 meses de pena deberá guardar arresto domiciliario nocturno de 23.00 a 8.00 horas del día siguiente.