El autor es un sujeto de 31 años poseedor de varios antecedentes penales que hace muy poco terminó de cumplir una pena, por haber robado en la casa de su madre y haber privado de su libertad a un sobrino.

 

Todo comenzó cuando la madrugada del lunes 21 del mes en curso, fue robado un automóvil que estaba estacionado en calles José Pedro Varela y Rincón, en el centro de Maldonado, hecho que movilizó inmediatamente a efectivos policiales de distintas dependencias.

Iniciadas las averiguaciones pertinentes, poco después el automóvil robado fue ubicado en pasajes del asentamiento Los Eucaliptos, al Norte de la ciudad, lográndose detener al individuo que lo conducía, quien tenía dos mochilas con distintas partes del rodado.

Se trataba de Gabriel Alberto Núñez Vila, de 31 años, sujeto poseedor de varios antecedentes penales, quien ya estaba siendo investigado como presunto responsable de otros robos del interior de vehículos. Finalmente, le terminaron probado otros tres hurtos.

Llevado ante la Justicia, Gabriel Alberto Núñez Vila fue condenado a 23 meses de prisión efectiva, como autor penalmente responsable de cuatro delitos de hurto especialmente agravados, en régimen de reiteración real. Hace muy poco había de terminado de cumplir otra larga condena.

A un sobrino

El 16 de noviembre del año 2018, este sujeto había sido enviado a la cárcel por un hecho realmente insólito que protagonizó junto a un hermanastro, en el que llegaron a privar de su libertad a un sobrino para asegurarse el robo de una garrafa de supergás de 13 kilos en el barrio Cerro Pelado.

La mañana del sábado 10 de noviembre de aquel año, una sexagenaria denunció ante la Policía a un hijo y a un hijastro por el robo del artefacto, quienes, además, al ser sorprendidos por un nieto que vive en una casa en el fondo del mismo predio, lo privaron de su libertad.

La mujer narró que sobre la hora 9.00 de ese día, un nieto (adolescente) le reveló que, en horas de la madrugada de esa jornada, dos tíos habían ingresado a su domicilio, siendo sorprendidos por él cuando se retiraban cargando una garrafa de supergas de 13 kilos.

Agregó que, ante la resistencia al robo, sus tíos lo ataron en una silla de pies y manos, además de cubrirle la boca. El chico fue encontrado horas más tarde cuando se despertaron otros moradores de la casa, lo desataron y tomaron conocimiento de lo que había ocurrido.

Los autores, plenamente identificados, comenzaron a ser buscados pero no se encontraron en los lugares habituales, hasta cinco días después, cuando personal de la URPM del Distrito 2, intervino a uno de ellos en avenida Wilson Ferreira Aldunate: Gabriel Alberto Núñez Vila.

El sujeto fue llevado ante el Juez Penal de 4° Turno de Maldonado que lo condenó a 12 meses de prisión efectiva y a otros 9 de libertad vigilada, imputado como autor de un delito de hurto agravado, en concurso fuera de la reiteración, con un delito de privación de libertad.

REINCIDENTE

A todo esto, un Juez Penal de San Carlos formalizó la investigación de J.F.L.L., de 35 años, por la presunta comisión de un delito de receptación agravada, imponiéndole 60 días de prisión preventiva, mientras se investiga su vinculación con un robo ocurrido el 13 de este mes.

Ese día, se produjo un hurto en una finca sita en Ruta 39 a la altura del kilómetro 19,500, a la que ingresaron mediante daños en una puerta para sustraer un monitor y un teclado de computadora. La denunciante, dijo haber sorprendido al ladrón en el interior de la casa de su hijo.

Agregó que ofreció resistencia y hasta la amenazó de muerte, aunque terminó huyendo hacia un monte cercano, y que se trataba de un sujeto conocido que ya había ingresado en otras oportunidades, por lo que incluso había sido formalizado y debió cumplir medidas cautelares.

Ese hecho ocurrió en los primeros días del mes de julio, cuando el dueño de casa sorprendió a este mismo hombre -que es un vecino de la zona-, huyendo por los fondos y llevando una tablet del Plan Ceibal y una laptop. Llevado ante la Justicia le impusieron una serie de medidas.

J.F.L.L., durante 60 días quedó impedido de acercarse a menos de 500 del domicilio de la víctima, en la periferia de San Carlos, o comunicarse con ella por cualquier medio; además, debió presentarse una vez por semana en la seccional policial 2ª de esa ciudad.

Denunciado este último episodio y plenamente identificado el presunto ladrón, J.F.L.L. fue detenido por efectivos policiales del Distrito 3 y puesto a disposición Judicial, donde se determinó su remisión a la cárcel, en forma preventiva, por el término de dos meses.

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