Un individuo poseedor de profusos antecedentes penales, acompañado por otro delincuente que está prófugo, cometió dos arrebatos consecutivos en Punta del Este y Maldonado. Fue atrapado cuando se vio acorralado y huía del centro de Maldonado.
El pasado viernes en cuestión de media hora, fueron cometidos dos violentos arrebatos, en jurisdicción de las comisarías 10ª de Punta del Este y 1ª de Maldonado, por un dúo de delincuentes en moto que probablemente estaban bajo los efectos de alguna droga.
El primer arrebato fue cometido en la intersección de las avenidas República Argentina y Francia, cuando una mujer fue sorprendida por un individuo cuando subía a su coche. La mujer fue golpeada en el rostro y tironeada brutalmente de su ropa.
El delincuente huyó con la cartera de su víctima, a bordo de una moto en la que lo esperaba un compinche. En forma inmediata se desataron varios operativos policiales, con algunos datos sobre la vestimenta de los delincuentes y la moto que ocupaban.
Solo unos minutos más tarde, el mismo dúo cometió otro arrebato violento, en pleno centro de la ciudad de Maldonado, en las calles Ituzaingó y Solís. Un grupo de mujeres iba caminando tras salir de su trabajo, cuando una de ellas fue la presa de los delincuentes.
También en este caso, quien viajaba como acompañante descendió y con extrema violencia procuró hacerse de la cartera de su víctima, quien ofreció resistencia pero fue arrojada finalmente al piso sufriendo varias lesiones, en rostro, codo y rodillas.
A esa altura el despliegue policial de varias comisarías y dependencias era intenso, cuando se observó la moto con los delincuentes a la altura del conocido como “puente Bergalli”; acorralados optaron por abandonar el bi rodado y continuar la huida a pie.
Una dotación de Radio Patrulla y efectivos de la seccional 6ª, lograron detener a uno de ellos. Se trataba de Juan Ignacio López Píriz, conocido en el sub mundo de la delincuencia local con el mote de “El Carancho”. Su compinche logró zafar.
“El Carancho” fue sometido a la jueza penal de 4° turno, que dictaminó su procesamiento con prisión, como autor de dos delitos de hurto especialmente agravados. No se pudo probar si al menos otro hecho bastante similar ocurrido en el mismo momento, fue de su autoría.