El imputado, que estará 13 meses en prisión, es poseedor de varios antecedentes penales, la mayoría de ellos por delitos violentos. Prendió fuego la casa cuando su morador lo estaba denunciando en una comisaría especializada de la ciudad de San Carlos. Ya tenía un antecedente por el incendio de una caso de junio del año pasado.
Como lo informara MaldonadoNoticias, sobre la hora 20.30 del lunes 29 de agosto, se desató un incendio en una humilde y pequeña vivienda sita en calle Rafael Urbín casi Melchor Maurente, en el barrio Sur de San Carlos, hacia donde fue enviada una dotación de Bomberos.
Aunque en primera instancia se temió que en el interior pudiera estar su morador, Antonio Daniel Rodríguez, no vidente, cuando los soldados del fuego ingresaron a la casa y comenzaron a combatir las llamas comprobaron que afortunadamente no se encontraba en el lugar.
Luego se supo que Rodríguez, en el momento que estalló el fuego se encontraba en la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género de la ciudad, denunciando a un conocido delincuente que lo estaba amenazando por razones que no fueron reveladas.
En forma inmediata y con datos obtenidos, los investigadores pudieron establecer que el denunciado, Diego Eduardo Fontana Gil, no sería ajeno al incendio y por el contrario pudo haber sido él quien inició el foco ígneo que consumió todo el mobiliario y aberturas de la casa.
Horas después este sujeto fue detenido y trasladado a dependencias de Investigaciones de la Zona Operacional 3 donde fue indagado por orden de la fiscalía de turno, tras lo cual se dispuso su comparecencia en el juzgado penal de 1er. turno de San Carlos.
Allí, Diego Eduardo Fontana Gil, fue condenado a 13 meses de prisión efectiva, como autor de un delito de violencia doméstica agravado, y un delito de incendio, en régimen de reiteración real. Hace muy poco salió de la cárcel donde estaba por violencia privada y reiterados delitos de desacato.
Demasiado violento
El martes 31 de mayo de este año, Fontana Gil había sido imputado por última vez como autor de un delito de violencia privada, en reiteración real, con reiterados delitos de desacato. El día anterior se había quitado la tobillera electrónica que por disposición judicial portaba desde tiempo atrás.
Había ido al domicilio de la víctima, por lo cual inmediatamente se envió al lugar una unidad policial. Allí fue detenido y trasladado, desde donde se enteró a la fiscalía de 2° turno que, ordenó una serie de actuaciones y la posterior comparecencia de este individuo en la sede penal de 1er. turno.
Anteriormente, el martes 21 de junio del año pasado había sido condenado como autor de otro delito de desacato agravado, un delito de daño agravado y un delito de incendio, tras probarse que la madrugada de ese día provocó un incendio en el frente de una casa de remates de avenida Alvariza.
Cámaras de video vigilancia registraron en el lugar -donde se encontraba acopiada una serie de efectos protegidos por una malla sombra-, a este hombre que inmediatamente comenzó a ser rastreado a partir de la geolocalización de la tobillera que en ese momento también estaba portando.
La Dirección de Monitoreo Electrónico (DIMOE) informó que la señal surgía en una finca de calle Carlos Reyles. Sin embargo, allí no se encontraba Fontana Gil, quien se había quitado el dispositivo y se lo había dejado a otra persona. Personal del grupo PADO de Zona 3 lo pudo detener poco después.
En la sede penal de 2° Turno, se dispuso la formalización de Diego Eduardo Fontana Gil, por la presunta autoría de un delito de desacato agravado, con un delito de daño agravado (por haberse quitado la tobillera), y un delito de incendio, todos en régimen de reiteración real.
Como medida cautelar, la Justicia ordenó su inmediata internación en el hospital Vilardebó, con orden de realizarle en forma urgente una pericia psiquiátrica cuyo resultado debió emitirse dentro de 15 días, y el impedimento de darlo de alta hasta tanto la sede no tomara nueva resolución.
El viernes 22 de noviembre de 2019, Fontana Gil, fue imputado por la jueza penal de 1er. turno de San Carlos, como presunto autor de un delito de violencia privada, uno de atentado agravado y uno de lesiones personales. En poco más de un año había protagonizado 3 violentos episodios.
La detención de Fontana Gil ocurrió un día antes, cuando un llamado a la Policía dio cuenta que se encontraba en una finca de calle Rafael Urbín, provocando una serie de daños, tras haber ingresado a exigirle dinero al dueño de la misma. La víctima optó por salir de la casa y pedir ayuda.
Antes, el 22 de junio de 2018, la misma magistrada lo había imputado por la presunta autoría de un delito de lesiones personales agravadas por el vínculo y por el uso de arma, tras un incidente familiar protagonizado tres días antes en una finca de calles Melchor Maurente y José Pedro Ramírez.
Totalmente desacatado, había atacado a un familiar con una azada por lo cual se pidió la urgente presencia policial. En el lugar, Fontana Gil fue detenido y trasladado a dependencias policiales, en tanto la víctima de su feroz ataque terminó en un centro asistencial de la ciudad.
Le impusieron prisión preventiva por 120 días, pero luego no se supo de la condena definitiva, aunque obviamente fue de solo algunos meses de prisión, ya que poco más de un año después estaba en libertad. Antes, el 1° de febrero de aquel mismo año también había sido formalizado por otros hechos violentos.
A la altura de calle Tomás Berreta, entre Maldonado y Juan de Dios Curbelo, personal policial fue amenazado por un grupo de personas, una de las cuales estaba armada con dos elementos cortopunzantes de fabricación casera, por lo cual se pidió apoyo concurriendo otro móvil.
Aunque se ordenó a los efectivos que se retiraran, poco después desde la misma dirección una mujer llamó pidiendo auxilio. Había sido agredida por quien luego sería identificado como Diego Eduardo Fontana Gil, cuando iba a buscar a sus dos sobrinas que son hijas de este violento sujeto.
Se allanó la casa de Fontana Gil y en un cuidadoso procedimiento lo detuvieron, así como a una mujer que se encontraba con él, la que fue derivada al hospital Alvariza para su asistencia. El sujeto terminó ante la Justicia donde le imputaron los delitos de atentado agravado y lesiones personales.