Se trata de un individuo de 50 años poseedor de varios antecedentes por delitos vinculados a las drogas que, recién en diciembre terminaría de pagar la pena por una imputación del año 2019. Ahora estaba al frente de una boca de venta en Punta del Este, a pocos metros del liceo.
La Brigada Departamental Antidrogas (BDA) desbarató otra boca de venta de estupefacientes a la que estaba vinculado un conocido narco que enviado a la cárcel a fines de diciembre de 2019 por delitos similares, ya había recuperado la libertad y seguía en el mismo negocio.
Mediante la investigación iniciada apenas se recibió información al respecto, se confirmó en los últimos días la existencia de la boca en una casa de calle Pernambuco, a pocos metros del liceo de Punta del Esteun, por lo cual se obtuvo la orden de allanamiento que se concretó el miércoles 12 de este mes.
Durante el allanamiento, aunque algunas personas intentaron escapar, fue detenida una mujer y tres hombres, en tanto se incautaron 11,2 gramos de clorhidrato de cocaína, 18,5 gramos de marihuana, además de una balanza de precisión, dos teléfonos celulares, $ 2.800 y un proyectil calibre 9m.m.
Tras la indagatoria, la fiscalía actuante dispuso la puesta en libertad de la mujer y uno de los hombres, en tanto permanecieron detenidos Pablo Landa Acuña, de 50 años y poseedor de varios antecedentes vinculados a las drogas, y J.B.V.L., de 25, quienes comparecieron en la sede penal de 11° turno.
Pablo Landa Acuña, fue condenado a 2 años y 10 meses de penitenciaría efectiva, que comenzará a cumplir cuando expire la pena por una causa en la que está imputado desde hace casi tres años, como autor de un delito de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas.
En tanto J.B.V.L., fue imputado por asistencia a agentes de actividades ilícitas y le impusieron una pena combinada de 14 meses. Los primeros 7 estará en prisión, y los siguientes 7 en régimen de libertad a prueba debiendo presentarse ante la Policía una vez por semana y cumplir 2 horas semanales de tareas comunitarias.
Veterano en el tema
Pablo Landa Acuña, había sido enviado a la cárcel el 30 de diciembre del año 2019, imputado como autor de un delito de negociación de estupefacientes, en reiteración real, con un delito de tráfico interno de armas y municiones, por lo que le aplicaron una pena de 3 años de penitenciaría.
El procedimiento que terminó con su detención, se generó en el barrio Rodríguez Barrios de San Carlos el domingo 29 de diciembre de aquel año en horas de la tarde, cuando personal policial observó un automóvil VW Gol de color blanco, detenerse en una finca en la que descendió una mujer.
En forma inmediata, el conductor retomó la marcha y comenzó a huir por distintas calles, tomando finalmente avenida José Frade en dirección al Este, hasta que al llegar a la rotonda con Ruta 9, arrojó una mochila en la que posteriormente la Policía encontró droga y otros efectos.
La persecución se prolongó por varios kilómetros hasta que el coche se perdió de vista, por lo que se radió la orden de captura incluso a la Policía de Rocha. Sobre la hora 20.00, el mismo coche reapareció en San Carlos y efectivos de la Guardia Republicana procedieron a interceptarlo.
Allí fue detenido Pablo Landa (ya poseía antecedentes por delitos vinculados a las drogas pero hacía varios años, según la Policía, “estaba retirado”). En una mochila tenía un ladrillo de 732 gramos de cocaína, una bolsa con marihuana, una balanza de precisión, entre otras cosas.
La detención se produjo en calle Pedro Loustane donde estaba hablando con una mujer pero no tuvo chance de escapar como lo había hecho anteriormente. En el Gol había dos cartuchos de escopeta calibre 16 y una bolsa con marihuana. En la cintura, Landa Acuña llevaba dos cuchillos.
Al día siguiente, fueron allanadas varias fincas -incluida la de Landa en el barrio Pinares de Maldonado-, en las que se incautó dos bolsas de nylon y un recipiente con marihuana, un chaleco antibalas, una balanza de precisión, 16 cartuchos calibre 16, dos teléfonos celulares, un revólver y dos escopetas.