El robo fue cuantioso, pero la Policía algo pudo recuperar. Lo demás fue vendido.El Jefe de Policía de Maldonado, en rueda de prensa brindó todos los detalles de la investigación, que incluyó análisis y cotejo de muestras recogidas en la escena, estudio de registros de cámaras de video vigilancia, consultas a vecinos, inspecciones, y finalmente varios allanamientos en el barrio Maldonado Nuevo.

 

En rueda de prensa, el Jefe de Policía de Maldonado, Julio Pioli, explicó que el establecimiento se encontraba cerrado, en refacciones y que por distintas circunstancias estaba “solo y equipado completamente”, lo que fue aprovechado por delincuentes de la zona para concretar el robo.

Iniciada la investigación, tuvo una participación activa Policía Científica, que en un trabajo muy minucioso obtuvo distintas pruebas, a lo que se sumó el análisis de registros de cámaras de video vigilancia de distintas zonas, y averiguaciones con vecinos, hasta que se pudo llegar a uno de los autores.

Huellas encontradas eran de un sujeto poseedor de antecedentes penales, que fue sorprendido el domingo 23 de octubre -junto a otro delincuente-, hurtando un equipo de aire acondicionado en una propiedad sita en rambla Lorenzo Batlle Pacheco y calle Cannes, en la zona de San Rafael.

Se trataba de Franco Fabián Romero Camargo, de 23 años (el buscado por el robo al hotel), y Alberto Román Pereira Velarde, de 24, quienes fueron inmediatamente trasladados a dependencias de Investigaciones de la Zona Operacional 2, junto con el artefacto, para ahondar en la indagatoria.

Esa detención, “en definitiva permitió condenar a cuatro personas, entre ellas un taxista que colaboró con estas personas para hacer varios viajes (tres) desde el lugar y llevarse los efectos, y recuperar nueve televisores, ropa de cama y una aspiradora”, informó el Jefe de Policía.

A partir de esa detención, se intervino al taxista y se concretaron varias inspecciones y allanamientos en tres casas del entorno de las calles Bambú e Indígenas, en el barrio Maldonado Nuevo, donde se recuperaron los efectos mencionados y se detuvo a otro hombre y a una mujer.

A Franco Fabián Romero Camargo y a Alberto Román Pereira Velarde, se sumaron el taxista L.A.S.H., de 61 años, S.E.R.G., de 21, y la joven de 20 años identificada como C.M.M.O., quienes tras ser indagados fueron trasladados al juzgado penal de 4° turno donde resultaron condenados.

El taxista L.A.S.H., fue imputado como autor de un delito continuado de hurto especialmente agravado, y penado con 12 meses de libertad a prueba: los primeros 2 estará con arresto domiciliario nocturno, otros 10 tendrá que realizar 2 horas de tareas comunitarias por semana, y por el total de la pena presentarse una vez por semana ante la Policía.

Franco Fabián Romero Camargo, fue imputado como autor de un delito de violación de domicilio, en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de hurto agravado, y un delito continuado de hurto agravado. Le impusieron una pena de 3 años de penitenciaría.

El joven S.E.R.G., resultó condenado a 20 meses de pena mixta, como autor de un delito de hurto agravado. Los primeros 4 meses estará en la cárcel, otros 10 bajo arresto domiciliario nocturno, debe presentarse una vez por semana ante la Policía y realizar 2 horas de trabajos comunitarios por semana.

Finalmente la única mujer, C.M.M.O., fue imputada como autora de un delito de hurto agravado, y penada con 12 meses de libertad a prueba. Los primeros 4 meses estará con arresto domiciliario nocturno, y durante 10 meses tendrá que cumplir con lo mismo que los dos anteriores.

Por el robo del aire acondicionado, Alberto Román Pereira Velarde, fue condenado por un delito de violación de domicilio, con un delito de hurto agravado. La pena impuesta es de 12 meses de libertad a prueba, con 4 meses de arresto domiciliario nocturno y las mismas obligaciones que los tres anteriores.

Algo tenían

Romero Camargo registraba un antecedente del 20 de octubre de 2019, cuando la jueza penal de 11° turno lo condenó a 7 meses de libertad a prueba como autor de un delito de hurto especialmente agravado, en grado de tentativa, tras robar junto a otro sujeto un comercio de avenida Roosevelt.

El hurto ocurrió el mediodía del mismo domingo 20 de octubre de aquel año, y fue puesto en conocimiento de la Policía a través de un llamado telefónico. El personal que fue enviado al lugar, sorprendió a uno de los ladrones sacando una serie de objetos del local y al otro aún en el interior.

En el caso de Alberto Román Pereira Velarde, también contaba con un antecedente del 2 de enero del año 2017, cuando la justicia le imputara un delito de hurto especialmente agravado, por haberse cometido sobre cosas expuestas al público, por la necesidad o la costumbre.

En aquel momento (regía el viejo CPP) fue procesado sin prisión. El día anterior en horas de la tarde, había aprovechado un descuido para robar en la Parada 10 de la Playa Mansa de Punta del Este, una mochila que contenía dos teléfonos celulares y otras pertenencias. Fue detenido con todo en su poder.

El robo

El cuantioso robo (incluyó casi una veintena de televisores, aires acondicionados, grifería, toallas y otros efectos) ocurrido a mediados del mes de septiembre, se produjo en momentos que el establecimiento se encontraba cerrado, sin moradores y en pleno preparativo para la próxima temporada veraniega.

El establecimiento tiene nuevos dueños desde hace un año y medio y abrió sus puertas como “Gran Hotel Munich” la temporada 2021-2022, pero luego se decidió cerrarlo por algunos meses a efectos de completar algunas remodelaciones que habían quedado pendientes.

Los delincuentes que perpetraron el cuantioso robo habían ingresado por una ventana, y del interior robaron en todas las habitaciones de las tres plantas del hotel. Se llevaron 18 televisores, 2 aspiradoras, grifería de algunos baños (para lo cual rompieron los artefactos) y 2 laptop.

También unas 88 toallas y 15 acolchados de plumas, además de 4 equipos de aire acondicionado; arrancaron literalmente todo el sistema de cámaras luego de cortar el suministro de energía eléctrica, por lo cual no quedó ningún registro de lo ocurrido, pero si algunas huellas.

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