El hecho de sangre ocurrió pasada la hora 1.00 del sábado 4 de marzo, en un campo ubicado unos kilómetros al Noreste de la ciudad de Pan de Azúcar. El imputado efectuó un disparo en la oscuridad que impactó en el pecho de un joven que se encontraría cazando con dos amigos.

El dueño del campo, identificado por las iniciales C.L.C.G., de 43 años, este domingo 5 de marzo fue condenado durante una audiencia en el juzgado penal de 11° turno, como autor de un delito de homicidio, y penado con 5 años de penitenciaría. No contaba con antecedentes penales.

Asimismo, se dispuso el decomiso de las dos armas y municiones incautadas durante el allanamiento realizado en su casa de campo, ubicada en un paraje rural algunos kilómetros al Noreste de la ciudad de Pan de Azúcar. Tenía en su poder un rifle calibre 22 y un revólver calibre 38.

Como lo informara MaldonadoNoticias, el hecho de sangre ocurrió sobre la hora 1.30 del sábado 4 de marzo, y fue puesto en conocimiento de la seccional policial 3ª de Pan de Azúcar que envió los primeros efectivos a un campo ubicado en continuación calle Francisco Bonilla, paraje Los Sauces.

En el lugar, encontraron dos jóvenes que estarían cazando, quienes narraron que sus perros siguieron un rastro cruzando hacia un campo lindero por lo cual salieron tras ellos hasta que en determinado momento escucharon varias detonaciones y se alejaron perdiendo de vista a un tercer integrante del grupo.

Iniciada la búsqueda, a pocos metros ubicaron al tercer joven, Rodrigo Ezequiel Cabrera Colombo, de 20 años, quien, según constató personal de una emergencia médica que fue convocada al lugar, ya se encontraba sin vida a raíz de un impacto de arma de fuego a la altura del pecho.

En el lugar se hizo presente Policía Científica, personal de Investigaciones de la Zona Operacional 2 y de Homicidios, quienes a cargo del titular de la Fiscalía de 1er. turno iniciaron las actuaciones para lograr establecer que fue lo que realmente ocurrió en ese campo y en plena noche.

Poco después fue intervenido C.L.C.G., propietario del campo -no empleado como se difundió en primera instancia-, quien admitió haber efectuado el disparo en la oscuridad pensando que habían ingresado a su campo con intenciones de robar algún animal, pero sin intención de herir a alguien.