En distintos procedimientos fueron detenidos un joven de 18 años portando un revolver cargado, y otro de 23 años que llevaba una veintena de proyectiles, además de una uña de hierro.

 

En horas de la noche del lunes 17 de abril, personal policial de la seccional 6ª del barrio Maldonado Nuevo realizaba tareas de identificación de personas en su jurisdicción, cuando a la altura de calle Chaume de Tal le solicitaron documentos a quien resultó ser M.G.d.S.R., de 18 años.

Al ser registrado, se le incautó un revólver calibre 32 con 4 proyectiles vivos que guardaba dentro de una campera. Ante ello el sujeto quedó detenido y fue derivado a la seccional para la investigación, y cotejo de la documentación del arma por parte de Policía Científica.

Enterada la Fiscalía de 3er. turno, dispuso la conducción de M.G.d.S.R. al Juzgado Penal de 11° turno, quien resultó formalizado por la presunta comisión de un delito de tráfico interno de armas y municiones, por lo que se le impuso una pena de 7 meses de libertad a prueba.

El joven debe acudir una vez por semana a la dependencia policial más cercana a su domicilio, prestar servicios comunitarios con una carga de dos horas semanales, además de los primeros dos meses cumplir arresto domiciliario nocturno de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente.

También la noche de la misma jornada, efectivos de la misma comisaría y del grupo PADO de Zona 2, intervinieron a los ocupantes de una moto que circulaba sin chapa matrícula. Al ser revisados, quien viajaba como acompañante tenía una veintena de balas calibres 32 y 38.

Pero además, quien fue identificado como F.D.T.G. de 23 años, llevaba una uña de hierro. Ante la sospechosa situación, fue conducido a dependencias policiales junto a su amigo y piloto de la moto. Tras la indagatoria, permaneció detenido y terminó ante la Justicia, en tanto el otro joven quedó en libertad.

Cumplida la audiencia en la sede penal de 11° turno, F.D.T.G. terminó formalizado por la presunta comisión de un delito de tráfico interno de municiones, por lo cual se dispuso que cumpla 6 meses libertad a prueba, durante los cuales tendrá que cumplir una serie de medidas.

Una vez a la semana debe presentarse ante la dependencia policial más próxima a su domicilio, como en el caso anterior prestar servicios comunitarios con una frecuencia de dos horas semanales, y los dos primeros meses cumplir arresto domiciliario nocturno, de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente.

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