Insistió, cuando fue detenido, que lo había encontrado “tirado” junto a un contenedor de residuos, pero en realidad el equipo había sido hurtado de un local de eventos de avenida Aparicio Saravia.

 

El lunes 24 de julio, investigadores de la Zona Operacional 2 intervinieron a un hombre que circulaba en bicicleta por calle Tacuarembó, en el barrio Presidente Kennedy, llevando un equipo generador de energía, marca Yamaha, lo que llamó mucho la atención.

Se trataba de Pablo Andrés Prieto Rodríguez, de 32 años y poseedor de múltiples antecedentes, quien al ser indagado sobre la procedencia del equipo aseguró que lo había encontrado junto a un contenedor de residuos, frente a un salón de eventos sobre avenida Aparicio Saravia.

Mientras el individuo fue conducido en averiguaciones, la Policía contactó al propietario del local frente al cual supuestamente estaba el generador, quien constató que el equipo se lo habían llevado de la propiedad, y que para ingresar habían quitado el candado de un portón.

Enterada la Fiscalía de 1° turno, ordenó que tras ser indagado, Pablo Andrés Prieto fuera conducido a la sede Penal de 11° turno, donde terminó condenado como autor de un delito de receptación (ya que no hubo pruebas de que haya cometido el hurto), y penado con 9 meses de prisión.

Es incurable

El último de los varios antecedentes de este sujeto es del martes 8 de marzo de 2022, cuando en el Juzgado Penal de 11° turno de Maldonado fue condenado como autor de un delito de hurto y enviado 6 meses a la cárcel, en momentos que estaba con medidas sustitutivas desde enero por otro hurto.

Días antes en horas de la madrugada, fue cometido un hurto en un comercio de la céntrica calle 3 de Febrero de Maldonado. El propietario constató que habían roto una ventana lateral, y que se habían llevado un teléfono iPhone que se encontraba encima del mostrador del comercio.

El damnificado aportó registros del sistema de video vigilancia del comercio, donde se apreciaron algunas características del autor y el momento en el que ingresó y se llevó el costoso aparato. Posteriormente, la Policía localizó al delincuente que reunía las características del buscado.

Era Pablo Andrés Prieto Rodríguez, quien al ser consultado por el aparato hurtado dijo que ya lo había vendido, por lo cual se le incautó el dinero que había obtenido. Localizado luego el comprador, también fue conducido a dependencias policiales, pero quedó en libertad porque lo habría adquirido de buena fe.

Pablo Andrés Prieto Rodríguez, ya había sido condenado el 29 de enero del año pasado, imputado por la autoría de un delito de hurto agravado, aunque la pena fue de medidas sustitutivas a la prisión, lo que no le impidió seguir en la calle y cometer el nuevo robo por el que fue a prisión.

Anteriormente, el viernes 6 de noviembre del año 2020, había sido enviado a la cárcel como autor de otro delito de receptación, ya que el día anterior fue atrapado por el dueño de una finca ubicada sobre boulevard Artigas en la que no quedaron dudas que había cometido un hurto.

Prieto Rodríguez fue identificado apenas llegó al lugar la Policía; llevaba consigo varias prendas de vestir del damnificado. Indagado y llevado ante la Justicia, fue condenado a 10 meses de prisión efectiva, pero no por violación de domicilio y hurto, sino por el delito de receptación.

Pero como ocurrió en otras ocasiones, pocos meses antes Prieto Rodríguez había caído en manos de la Policía, y condenado como autor de otro delito de hurto el 13 de julio de ese mismo año 2020, aunque nuevamente la Justicia lo penó con medidas sustitutivas a la prisión.

Este delincuente, en 2019 también había sido condenado por la autoría de distintos delitos: el 30 de agosto, fue enviado a la cárcel como autor de un delito de hurto especialmente agravado; y antes, el 21 de mayo del mismo año, fue imputado por usurpación, pero tampoco fue tras las rejas.

El primer hecho por el que terminó en la cárcel de Las Rosas es de agosto de 2018. El 16 de aquel mes, fue condenado luego de ser detenido en el barrio San Martín de Maldonado, llevando una garrafa de supergas de 13 kilos que había robado de un edificio de las avenidas Roosevelt y Martiniano Chiossi.

Fue detenido por efectivos del grupo PADO en calles Paravís e Isla de Gorriti cuando se desplazaba en una bicicleta. Terminó condenado a 7 meses de prisión, como autor de un delito de hurto, en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de violación de domicilio especialmente agravado.

UN AUTO QUE NO ERA

El miércoles 26 de julio, efectivos de la Guardia Republicana que desarrollaban tareas de patrullaje en bulevar Artigas, intervinieron al conductor de un automóvil, en virtud de que el vehículo presentaba una serie de irregularidades, pero además no poseía documentación para conducir.

El conductor fue identificado como Cristian Edgardo Fernández Silva, de 29 años, quien carecía de licencia de conducir y de seguro básico obligatorio, pero además iba al volante de un auto Fiat Uno que en realidad tenía las chapas matrículas correspondientes a un Fiat 147.

Fernández Silva fue trasladado a dependencias policiales junto con el coche que fue rigurosamente inspeccionado, constatándose anomalías en numeraciones de chasis, motor y su relación con las chapas matrículas. Aseguró que lo había comprado pero no identificó a quien.

De la investigación surgió que el coche había sido denunciado como robado el 17 de abril del año 2019 en el departamento de Canelones. Enterada la Fiscalía de 2° turno, dispuso directivas para la investigación y la citación del implicado para el viernes 28 con asistencia letrada.

Trasladado posteriormente al Juzgado Penal de 11° turno, Cristian Edgardo Fernández Silva fue condenado como autor de un delito de receptación, y penado con 9 meses de prisión. Este hombre ya contaba con una condena con prisión por idéntico delito, del 12 de enero de este año.

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