Había sido detenido en calles del barrio Sarubbi de Maldonado, mientras se encontraba con otras dos personas, y se negó a entregar las cuchillas que portaba.

 

La madrugada del miércoles 7 de febrero, una dotación policial de la URPM de la Zona Operacional 2, a la altura de calles Pérez del Puerto y Las Flores, en el barrio Sarubbi de Maldonado, se dispuso a identificar a tres personas que se encontraban en situación sospechosa.

Se trataba de la mujer de iniciales J.N.Z.G., de 37 años, y dos hombres: V.M.A.C., de 50, y Jorge Andrés Nocetti Saralegui, de 35 años, sujeto muy peligroso que llevaba consigo dos cuchillas que se negó entregar a los efectivos, llegando a lesionar a uno de ellos.

Una vez reducido, Nocetti Saralegui fue conducido a dependencias policiales quedando a disposición de la Fiscalía de 4° turno, que tras distintas instancias, ordenó que lo trasladaran al Juzgado Penal de 4° turno, donde terminó formalizado por dos delitos.

El sujeto, está imputado como presunto autor de un delito de resistencia al arresto con concurso formal, con un delito de lesiones personales agravadas (le provocó varias a un Policía), disponiéndose que como medida cautelar esté en prisión preventiva durante 90 días.

Es peligroso

Jorge Andrés Nocetti Saralegui es un delincuente peligroso que entre otros delitos, cometió un homicidio y dos fugas de la cárcel; su último antecedente data del miércoles 15 de junio de 2022, cuando en horas de la mañana fue retenido por un comerciante del centro fernandino al que intentó rapiñar.

En esa ocasión, amenazó al comerciante con un arma blanca en su intento por llevarse distinta mercadería. La Policía se hizo cargo del sujeto y le incautó dos cuchillos, poniendo en conocimiento de todo lo ocurrido a la Fiscalía de 4° turno que ordenó distintas actuaciones.

Asimismo, ordenó que Nocetti Saralegui tras ser indagado fuera conducido a la sede Penal de 11° turno, siendo condenado como autor de un delito de rapiña especialmente agravada, en grado de tentativa, y penado con 20 meses de prisión, lo que significa que hace muy poco quedó en libertad.

El anterior antecedente de Jorge Andrés Nocetti Saralegui, que estuvo solo algunos años en la cárcel por un homicidio cometido en octubre de 2016, es del 17 de enero del mismo 2022 cuando fuera imputado por un delito de apropiación de cosas perdidas, por el robo de un teléfono celular.

El hecho se había producido el 23 de diciembre del año 2021, cuando una mujer denunció en la seccional policial 1ª de Maldonado, que al retirarse de un local comercial de calle 18 de Julio, en la capital departamental, dejó olvidado su teléfono celular, y que al retornar ya no lo encontró.

En el marco de la investigación del hecho, la Policía analizó registros fílmicos de cámaras particulares de video vigilancia y de otras del sistema público, logrando identificar a quien se había quedado con el teléfono celular: se trataba de Jorge Andrés Nocetti Saralegui.

El Juez Penal de 4° turno ordenó la detención de este peligroso individuo, quien fue ubicado por efectivos de investigaciones de la Zona Operacional 2, quienes tras la indagatoria lo trasladaron a la sede penal mencionada, donde fue condenado por un delito de “apropiación de cosas perdidas”.

En este caso, la pena impuesta por el magistrado estableció que tendría que abonar 100 UR (unos $ 136.970 al valor de la Unidad Reajustable al mes de diciembre de 2021), lo que debería ser acreditado ante la sede. Nunca se supo si pagó ese monto y de qué forma lo hizo.

Pero Nocetti Saralegui también es recordado por un homicidio que cometió la madrugada del 9 de septiembre de 2016 en el barrio Miguez de Maldonado. Vivía en situación de calle y tenía algunas diferencias con Julio César González, de 26 años; ambos eran cuidacoches informales.

El domingo 9 de octubre de aquel año, poco antes de la hora 4.00, la víctima fue trasladada al hospital Elbio Rivero de la ciudad de Maldonado, prácticamente sin vida presentando una profunda puñalada en el tórax. A poco de ingresar al nosocomio dejó de existir.

El ataque se produjo en una calle próxima a la avenida Wilson Ferreira Aldunate, en el citado barrio fernandino. La investigación del homicidio, desembocó en Jorge Andrés Nocetti Saralegui, quien en ese momento hacía solamente tres días había sido enviado a la cárcel por un hurto.

Según quedó establecido, Nocetti y González vivían literalmente en situación de calle, y en varias ocasiones habían discutido acaloradamente durante disputas por espacios para cuidar coches en distintos puntos de la ciudad, y otras cuestiones vinculadas al consumo de drogas.

El homicida fue trasladado desde la cárcel, reconociendo en los interrogatorios haber atacado a Julio César González, hecho tras el cual perpetró un robo en una finca de las calles Rincón y Antonio Támmaro, de la que se llevó una serie de herramientas de construcción, entre otros efectos.

Tras la reconstrucción del asesinato en el barrio Miguez, el entonces Juez Penal de 2° turno, doctor Gerardo Fogliacco, volvió a procesar a Jorge Andrés Nocetti Saralegui, en ese caso imputado “por la presunta comisión” de un delito de homicidio en calidad de autor.

A esa altura ya poseía múltiples antecedentes incluso por haber protagonizado dos fugas de la cárcel de Las Rosas. Una vez, fue atrapado en la periferia fernandina con un cuchillo clavado en el abdomen; tras otra fuga, cayó en una casa de comidas rápidas a 50 metros de la seccional policial 1a.

OCUPA

A todo esto, un hombre fue desalojado -y detenido junto a una mujer- del padrón que ocuparía ilegalmente en Punta Negra, y aunque hubo denuncias cruzadas por la actuación policial, lo concreto es que el sujeto hizo caso omiso a una serie de notificaciones realizadas por la Justicia.

El caso está vinculado a un proceso judicial iniciado por el propietario de un padrón ubicado en calle Paraguay y Brasil, en los fondos del balneario Punta Negra, quien solicitó -exhibiendo documentación que acredita la titularidad-, la desocupación del bien y su restitución.

La Jueza de Paz de la 5ª Sección, ordenó hacer efectiva la desocupación del bien al Alguacil de la sede, el cual se hizo presente en el lugar en varias oportunidades para dar cumplimiento a la orden judicial, no logrando concretarla, ya que se lo impedían personas residentes en el lugar.

Finalmente se enteró a la Fiscalía Letrada de 5° turno, quien ordenó concurrir al inmueble y detener a los ocupantes, por lo cual este miércoles 7 de febrero a la hora 7.00, se hicieron presentes en el lugar efectivos de las seccionales 11ª y 5ª, de la URPM e Investigaciones de Zona 1.

Junto a los efectivos, volvió a concurrir un Alguacil, aunque el procedimiento desembocó en la detención del hombre que se encontraba en el padrón reclamado, y de una mujer que quiso interferir en el mismo. Una vez que ambos comparecieron en Fiscalía quedaron en libertad.

Empero, el Juez Penal de 4° turno, le impuso al hombre una medida limitativa no privativa de su libertad: quedó impedido de concurrir al padrón que ocupa, por el plazo de 90 días, tiempo durante el cual se prevé que se completen todas las actuaciones en curso.

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