Hace 9 meses había sido detenido igual que en esta ocasión: acompañado por una mujer y llevando más de 100 dosis de cocaína para la venta. Tras su sometimiento a la justicia, terminó siendo penado con 2 años y 9 meses de penitenciaría.

 

El jueves 1° de agosto cerca de la hora 19.00, efectivos de Investigaciones de Zona 3 que se movilizaban por calle La Rioja -una de las principales del norteño barrio Asturias de la ciudad de San Carlos-, procedieron a intervenir a una pareja que estaba en actitud sospechosa, pero que además estaba siendo “vigilada”.

Una joven de 28 años cuya identidad se reservó, estaba acompañada por Pablo Selmar Cabrera Núñez, de 34 años, quien entre sus prendas guardaba 122 lágrimas de clorhidrato de cocaína. Derivados a dependencias policiales, se enteró a la fiscalía de 5° turno de Maldonado, desde donde se indicaron otras actuaciones.

La pareja fue conducida el viernes 2 a la tarde a la citada sede, tras lo cual la chica recuperó la libertad y Pablo Selmar Cabrera Núñez fue conducido al juzgado penal de 4° turno. Allí lo condenaron como autor de un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas, siendo penado con 2 años y 9 meses de penitenciaría.

Su especialidad

Este individuo registra un antecedente por un ilícito similar del lunes 2 de octubre del año pasado, cuando le imputaran un delito de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas, luego de ser intervenido junto a una mujer por efectivos de la URPM de Zona 3, en avenida Carlos Seijo de San Carlos.

La noche del día anterior, policías de la citada repartición encontraron entre las ropas de Pablo Selmar Cabrera Núñez, 132 lágrimas de clorhidrato de cocaína, por lo que inmediatamente quedó detenido junto a la joven de 27 años que lo acompañaba, aunque esta tras ser indagada recuperó la libertad.

Enterada la fiscalía de 2° turno de San Carlos, ordenó varias actuaciones, el emplazamiento de la mujer, y la conducción de Cabrera al día siguiente al entonces juzgado penal de 2° turno. Allí fue formalizado como presunto autor de un delito de negociación de estupefacientes, y enviado a prisión preventiva por 60 días.

Aunque posteriormente no se supo de la condena que recayó sobre él, es claro que no pudo haber sido imputado por el delito mencionado, ya que en ese caso la pena hubiera sido más extensa y no estaría en libertad plena a solamente 9 meses de haber sido sometido a la justicia.

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