El imputado es poseedor de una importante cantidad de antecedentes penales y hace poco más de un mes y medio que recuperó la libertad tras purgar una larga pena por la comisión de varios delitos. Cuando fue liberado a mediados de diciembre retornó al citado balneario donde se domicilia.

 

El martes 21 de enero un hombre se presentó en la seccional policial 5ª de balneario Solís para denunciar a un conocido delincuente de la zona que se había instalado en su casa sin autorización. Más tarde, un familiar del anterior también radicó denuncia contra el mismo individuo, quien hace poco más de un mes salió de la cárcel.

Dijo que lo había amenazado con un arma de fuego y que además lo había retenido contra su voluntad. Ante la gravedad de las dos denuncias fue informada la Fiscal de 4° turno de Maldonado que rápidamente tramitó la orden de allanamiento para la casa de Pablo Germán Asencio Pérez, de 31 años, y para su detención.

El mismo día en horas de la tarde, efectivos de la seccional 5ª concurrieron a la casa del sujeto, en calle Espinillo de balneario Solís, donde procedieron a su detención. Además le incautaron un revólver calibre 22 con dos balas en el tambor (lo encontraron en el patio), dos teléfonos celulares y otros efectos.

El violento delincuente fue trasladado a Maldonado donde fue indagado, para luego ser conducido a la sede Penal de 11° turno, donde se dispuso su condena como autor penalmente responsable de un delito de privación de libertad. Pablo Germán Asencio Pérez, fue penado con un año de prisión.

De todo tipo

Asencio Pérez tiene antecedentes de todo tipo y varios por hechos muy violentos; la última vez que lo enviaron a la cárcel fue el sábado 12 de marzo de 2022, cuando en el Juzgado Penal de 4° turno lo penaran con 2 años y 9 meses de prisión por una serie de delitos, lo que quiere decir que estaba en libertad desde mediados de diciembre.

Esa vez, fue imputado como autor de un delito de tráfico interno de armas y municiones, y un delito de porte y tenencia de armas de fuego; por otro delito de porte de armas de fuego en lugares públicos, un delito de porte de arma de fuego por reincidente y un delito de tenencia no para consumo de sustancias estupefacientes.

El viernes 11 de marzo de aquel año en horas de la noche, efectivos del grupo PADO de la Zona Operacional 1 se encontraban realizando operativos de control y prevención en Piriápolis, cuando intentaron hacer detener la marcha de una moto que circulaba a alta velocidad ocupada por dos personas.

Se desató una persecución y el birrodado fue interceptado en calle Misiones, momento en el que se dio a la fuga quien viajaba como acompañante aunque rápidamente fue detenido. Se trataba del conocido delincuente Pablo Germán Asencio Pérez. Al ser revisado, en una riñonera llevaba un revolver con 11 proyectiles.

Pero además, 8 dosis de clorhidrato de cocaína y $ 4.500, por lo que quedó inmediatamente detenido junto a quien piloteaba la moto. Del procedimiento fue enterada la Fiscalía de turno que dispuso la comparecencia de ambos ante la Justicia al día siguiente, con el resultado ya mencionado; la otra persona quedó en libertad.

Su anterior antecedente en aquel momento era del sábado 17 de octubre de 2020 cuando durante la audiencia celebrada en el Juzgado Penal de 11° turno, lo enviaran a la cárcel por un año, como autor de un delito de violación de domicilio agravado, con un delito de daño a “propiedad mueble de dependencia policial”.

El día anterior, intentó huir de un control policial e ingresó violentamente a una finca particular tras romper la puerta de entrada. Detenido, quedó a disposición de la Fiscalía de 4° turno hasta comparecer ante la Justicia. El segundo de los delitos que le imputaron fue porque rompió las esposas de la Policía.

A todo esto, el 1° de febrero de 2019, había sido imputado por un delito de abigeato agravado, tras participar en el robo de 7 cerdos de un campo de balneario Solís, que fueron faenados y guardados en condiciones deplorables en distintos lugares de una casa de la localidad de Cerros Azules.

El martes 29 de enero de aquel año, un hombre se presentó en la seccional policial 5ª con asiento en balneario Solís, para denunciar que de su campo le habían hurtado 7 lechones. Investigadores de la Zona Operacional 1 rápidamente obtuvieron datos de donde estarían los animales, y todo apuntó a Asencio Pérez.

Un día después, personal policial se constituyó en una finca de la cercana localidad de Cerros Azules, unos 12 kilómetros al Oeste de Pan de Azúcar, donde con autorización del propietario se realizó una inspección ocular que terminó siendo impactante y arrojó resultado positivo.

En distintos espacios, como debajo de camas y de un sillón, fueron encontrados los cerdos faenados, en condiciones que obviamente hacían imposible su comercialización y mucho menos su consumo. Por ese caso, Pablo Germán Asencio Pérez fue remitido 18 meses a la cárcel; nunca se supo si actuó solo.

Pero antes, a mediados del mes de marzo del año 2016, este sujeto terminó en la cárcel como autor de dos violentos episodios protagonizados en la pequeña localidad de Cerros Azules, donde atacó a cadenazos y con un hierro a una mujer y su hijo, tras haber agredido a otra mujer un día antes.

La Policía tomó conocimiento que una mujer y su hijo de 18 años habían sufrido distintas lesiones durante un ataque perpetrado por otro iracundo individuo que se domiciliaba en la zona de balneario Solís. Ambos heridos fueron trasladados a un centro asistencial de Piriápolis donde fueron asistidos.

Durante la recolección de una serie de testimonios, se supo que el autor del ataque había sido Asencio Pérez, quien un día antes había tenido un altercado con el joven de 18 años, cuando este salió en defensa de otra mujer que también estaba siendo agredida físicamente por este mismo individuo.

El delincuente prometió venganza, y al día siguiente salió en búsqueda del joven, al que encontró junto a su madre en la localidad de Cerros Azules. Madre e hijo fueron atacados ferozmente con una cadena de transmisión de moto y un trozo de hierro, sufriendo distintas lesiones, aunque afortunadamente ninguna de gravedad.

El agresor, que ya poseía otros antecedentes penales, fue ubicado y detenido por personal policial de la seccional 5ª de balneario Solís y finalmente puesto a disposición de la sede Penal de 4° turno, donde fue procesado con prisión (aún no regía el actual CPP) por 3 delitos de lesiones personales en reiteración real.

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