El asesino del agente policial de la seccional 2ª, Miguel Silvera -hecho ocurrido en noviembre de 2007-, ya estaba gozando de salidas transitorias y en una de sus visitas a San Carlos robó un comercio. Desde el Comcar fue trasladado a la sede penal carolina, donde nuevamente fue procesado por un delito de hurto.
Nicolás Andrés Morales Castro, de 29 años de edad, hace 8 años asesinó a un Policía de San Carlos cuando el agente intentó detenerlo tras un robo. Actualmente gozaba de salidas transitorias, durante las cuales viajaba desde el Comcar a la casa de su familia.
El pasado 27 de agosto, la dueña de un comercio denunció ante la Policía que un desconocido había hurtado -en el entorno de la hora 6.00 del mismo día- una alcancía de beneficencia conteniendo unos $ 1.000. El ladrón quedó registrado en las cámaras de seguridad.
Analizadas las imágenes, se pudo confirmar que el autor del hurto había sido el mismo que en noviembre de 2007 ultimó al Policía Miguel Silvera, con lo que se confirmaba además, que ya estaba gozando de salidas transitorias. Cumple su pena en el Comcar.
Posteriormente, la dueña del comercio se comunicó con la Policía, para informar que el padre del delincuente se había presentado para entregarle una bolsa con dinero. El hombre, dando la cara por su hijo, dijo avergonzado que seguramente fuera el dinero robado días antes; la bolsa tenía $ 902.
Realizadas las coordinaciones correspondientes, este martes Nicolás Morales fue trasladado desde el Comcar ante la sede Penal de 2° Turno de San Carlos, donde fue procesado por un delito de hurto. Una vez excarcelado por el homicidio, deberá pagar la nueva pena.
Aquel asesinato
En el entorno de las 12.45 del lunes 12 de noviembre del año 2007, el agente policial Miguel Silvera resultaba gravemente herido de bala por Nicolás Andrés Morales Castro, quien durante una persecución había logrado arrebatarle el arma de reglamento al efectivo de la seccional 2ª.
Silvera recibió dos impactos de bala cuando intentó detener al delincuente que había perpetrado un robo en una clínica odontológica ubicada a muy corta distancia de la propia seccional policial, y fue visto disparando por los techos. Fue alcanzado pero al trabarse en lucha logró quitarle el arma al Policía.
Varias horas más tarde y tras una tenaz persecución, el delincuente -que por entonces tenía 21 años- resultó detenido. El miércoles 14 de noviembre era enviado a prisión por los delitos de lesiones personales agravadas y violación de domicilio; en tanto, el Policía herido permanecía grave y con riesgo de vida.
Cuando Miguel Silvera -padre de seis hijos y entre ellos una beba de dos meses- dejó de existir días más tarde, la justicia cambió la carátula por homicidio especialmente agravado. Era el primer efectivo caído en cumplimiento del deber en Maldonado, en 35 años.
(Foto: Montevideo Portal)