Christopher Giovanni Balladares De Auta, es el nombre del joven de tan solo 24 años que carga un récord absoluto de robos cometidos en San Carlos, su ciudad natal. Ya estaba en la cárcel pero nuevamente llevado ante la justicia, confesó la autoría de otros 21 hurtos con moradores.

Este delincuente, que ha sido un dolor de cabeza desde hace muchos años para la Policía de San Carlos, carga con un impresionante historial delictivo a pesar de su juventud, y la última vez que la justicia lo remitió a la cárcel de Las Rosas, fue el pasado 9 de octubre.

En la mañana de este miércoles, Christopher Giovanni Balladares De Auta, de 24 años de edad, fue trasladado a la sede judicial de San Carlos desde el establecimiento de reclusión de Las Rosas, donde se despachó con una interminable confesión.

Además de la gran cantidad de delitos cometidos desde el año 2011, esta vez reconoció sin empachos haber consumado la friolera de 21 hurtos en fincas de la ciudad de San Carlos, todos en horas de la noche mientras sus moradores se encontraban durmiendo.

Los hechos ocurrieron entre el mes de mayo y los primeros días del mes en curso, y estaban denunciados ante la seccional 2ª de la ciudad. La magistrada actuante, ante lo inusual del caso aún no tomó resolución definitiva, aunque Christopher Giovanni retornó a la cárcel.

No tiene copia

El viernes 9 de octubre, Christopher Giovani Balladares De Auta, fue remitido a la cárcel por los delitos de receptación agravada, atentado agravado y lesiones personales, aunque en realidad en aquel momento era intensamente buscado por varios hurtos.

Christopher Balladares fue ubicado por personal policial en el barrio Rodríguez Barrios, pero al percatarse de que lo habían encontrado, emprendió la fuga hacia un predio baldío, hasta que un efectivo que lo persiguió pudo darle alcance trabándose en lucha con él.

Cuando el Policía lo tenía prácticamente reducido, no dudó en morderle salvajemente una de las manos, logrando nuevamente darse a la fuga, hasta que al día siguiente, los investigadores recibieron datos precisos de que andaba en el barrio Halty.

Sin embargo, al verse perseguido emprendió otra fuga, hasta que ingresó a una casa. La finca fue rodeada y los efectivos con autorización de la dueña ingresaron descubriéndolo debajo de una cama. Una vez más se desacató y tomó a golpes a varios efectivos, pero finalmente fue detenido.

Tras largas horas de interrogatorios, fue llevado ante la justicia, que si bien no le imputó ninguno de los robos por los que era buscado, lo remitió a la cárcel por los delitos mencionados. Se mantuvo en una cerrada negativa por lo cual solo se le imputó receptación por los efectos encontrados.

Larga experiencia

Entre los procesamientos más recordados de este individuo, que desde muy joven ha tenido en jaque a la Policía de San Carlos, se recuerda el dispuesto en el mes de setiembre del año 2011, cuando con 20 años, fue a la cárcel como autor de cinco delitos de hurto.

Desde comienzos de aquel año, Christopher Giovani Balladares robó en el centro comunal del barrio Rodríguez Barrios, en el Hogar Los Zorzales y hasta en el Destacamento de Bomberos de San Carlos. A comienzos de setiembre, desvalijó una casa.

La Brigada de Hurtos de la seccional 2ª realizó varios allanamientos en los que logró recuperar algunos objetos robados, hasta que en una casa ubicada en las calles Atanasio Lapido y Lavalleja, lograron detenerlo, cuando tenía tan solo 20 años.

La seguidilla de robos la había iniciado el 30 de enero de 2011, con el hurto de la radio de un auto estacionado en la calle Ituzaingó. Posteriormente, el 9 de junio ingresó a una casa por una ventana y se llevó diversos electrodomésticos además de U$S 1000 y $ 1.000.

El 28 de agosto, rompió el candado de un galpón en calle Ramírez y se llevó una desmalezadora, un taladro y otras herramientas, además de 5 garrafas de 13 y 3 kilogramos. El 31 de agosto y el 2 de setiembre, ingresó a una casa de la avenida Rocha tras cortar la reja de una ventana y forzar una puerta, y la vació.

Se llevó un calefón, una licuadora, un televisor, garrafas, una sandwichera, un play station, DVD, un sommier de dos plazas, un calienta cama 2 plazas, un colchón de una plaza, comestibles, artículos de baño, pasta de dientes, jabones, perfumes y crema de afeitar.

También tuvo tiempo para cargar toda la ropa de vestir y de cama, cuatro sillones, un módulo de cuerina, una mesa, adornos varios, el espejo del baño, un mueble bar, soportes de botellas con copas y una alfombra de paja, entre otra serie de efectos de la finca.

Cuando fue detenido e interrogado, también confesó un hurto cometido el 21 de junio en una casa de Grito de Asencio y Ceberio, de donde extrajo una caja fuerte con U$S 2.000, 1 pistola de colección, relojes y joyas; y otro de mucho tiempo atrás del Destacamento de Bomberos, de donde se llevó una escalera de aluminio.

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