Tras una maratónica instancia judicial que se extendió por casi 12 horas, 4 funcionarios de la Intendencia de Maldonado y 2 particulares, fueron procesados por el robo y compra de materiales tales como balasto y rellenos. Los funcionarios fueron imputados por el delito de peculado y los particulares por receptación.
La instancia judicial que se inició a las 13.30 del jueves, terminó pasada la 1.00 de este viernes, con el procesamiento sin prisión de los 4 funcionarios de la Intendencia de Maldonado, como autores de un delito continuado de peculado, y de 2 particulares por un delito continuado de receptación.
Los funcionarios de la comuna son: un capataz, de iniciales M.R.R.G. de 50 años de edad, y un maquinista y dos camioneros identificados como O.J.A., de 40 años, R.A.G. de 30 años y A.H.D.D.L., de 49 años; todos fueron imputados por un delito continuado de Peculado (arts. 58, 60 y 153 del Código Penal).
Los dos particulares en tanto, quienes compraban, acopiaban y eventualmente venderían los materiales robados, son: A.G.F.R. y M.F.L., quienes fueron imputados por un delito continuado de receptación especialmente agravada (art. 58, 60 y 350 bis lit. A del Código Penal).
El Juez Penal de 2° Turno de Maldonado, doctor Gerardo Fogliacco, dispuso que tanto los funcionarios de la dirección general de Obras y Talleres de la comuna, como los particulares, cumplan 90 días de arresto domiciliario nocturno, entre las 20.00 y las 5.00 horas. Todos carecían de antecedentes.
Regalados
Con este caso, quedó al descubierto una falta de control absoluta de las actividades de algunas dependencias de la Intendencia de Maldonado, tanto en el contralor del manejo de los materiales, como el destino de camiones y maquinaria, a pesar de contar todas las unidades con GPS.
El descontrol era tal, que el maquinista que fue detenido por personal de Investigaciones mientras trabajaba en la Ruta 12, tenía en la cabina una botella de cerveza que despertó algunas sospechas. Cuando le practicaron la espirometría, arrojó 4,2 de alcohol en sangre.
Las maniobras consistían en el desvío de balasto y otros materiales que salían desde los depósitos ubicados junto a la dirección de Obras y Talleres, en la Ruta 39; el balasto debía transportarse a la Ruta 12, pero también se negociaba material de descarte de la misma ruta que se reparaba
Una cantidad de cargas de balasto, que no pudo ser cuantificada, fue desviada a mitad de camino hacia sitios previamente establecidos por los dos particulares que compraban y luego vendían el material en su provecho. Esos desvíos de ruta quedaron registrados en los GPS de los camiones.
En los mismos equipos satelitales, quedaron registrados los desvíos de los camiones cargados con material de descarte que se iba sacando de las zonas reparadas, lo que también era acopiado en predios particulares presuntamente para su venta por parte de A.G.F.R. y M.F.L.
También en zonas relativamente cercanas a donde se realizaban los trabajos, se hacían “arreglos” en chacras o fincas particulares, ingresando a predios de terceros con maquinara de la IDM; obviamente que por las “gauchadas”, se abonaban sumas de dinero que no fueron precisadas.
Los imputados, coincidieron en declarar que no cobraban por estas maniobras, y que solo recibían “algo para el asado” lo que no resultó convincente si se hace una relación entre el riesgo que corrían y el beneficio que obtenían. Se estima que había fuertes sumas de dinero de por medio.
El grupo actuaba con total impunidad y confianza, de acuerdo a datos aportados a MaldonadoNoticias. Tras la denuncia radicada por autoridades de la comuna, todos fueron vigilados, filmados y fotografiados. Fueron pruebas suficientes junto a los informes de los GPS para llevarlos ante la justicia.
Lo descubierto
Durante la investigación, fueron inspeccionados terrenos en el barrio La Sonrisa (Maldonado), donde se encontraron 10 metros cúbicos de material para relleno en uno; y 100 metros cúbicos de piedra, 100 metros cúbicos de tierra negra, 80 metros cúbicos de greda, 40 metros cúbicos de arena sucia, 25 metros cúbicos de piedra partida gris, y unos 15 metros cúbicos de canto rodado en el otro.