Un hombre de 44 años de edad, dedicado exclusivamente a la venta selectiva de drogas y con un muy buen pasar, fue enviado a la cárcel por un delito de extorsión en reiteración real, y otro delito continuado de comercialización de estupefacientes. También marchó a la cárcel su joven pareja, de solo 19 años de edad.

Pablo Albino Gaggioni Dutra (44) se domiciliaba en el barrio Jaurena de Maldonado, donde no pasaba desapercibido por sus constantes compras de motos de todo tipo, su llamativo Honda Civic, y una reservada pero muy buena vida. No se le conocía un trabajo que le diera tantos ingresos.

En estos momentos estaba en pareja con K.J.P.R., una chica de solamente 19 años que alucinada por la buena vida junto a Pablo, no dudó en “prenderse” de un negocio muy lucrativo y que ella conocía bien, por lo que fue una pieza fundamental en el incremento de las ganancias.

Pablo Albino Gaggioni comercializaba drogas, puras y estiradas entre una clientela selecta, porque nunca se arriesgaba a tener su casa como una simple “boca” ni permitía demasiado movimiento allí. Vendía en edificios, boliches, y llevaba la mercancía a casas particulares.

Empero, su avaricia fue demasiado lejos, porque no conforme con todas las ganancias que le estaba generando la venta de cocaína, estirada con todo tipo de productos, y marihuana, comenzó a extorsionar a una mujer, consumidora, que decidió alejarse de ese flagelo.

La tarde de este miércoles, Gaggioni Dutra fue remitido a la cárcel, imputado por un delito de extorsión en reiteración real, con un delito continuado de comercialización de sustancias estupefacientes. Su joven pareja, K.J.P.R., también fue a la cárcel por un delito continuado de comercialización de drogas.

Demasiado lejos

La caída de su pequeño imperio tuvo lugar el martes a media tarde, cuando un puñado de policías rodeó su casa, minutos después que la mujer que había decidido abandonar el mundo de las drogas, le entregara $ 20.000 para evitar que la dañara, a ella y su familia.

Esta joven mujer, en plena rehabilitación con el apoyo de su familia, canceló hasta el último peso que le debía por la compra de cocaína. Sin embargo, Gaggioni no aceptó que ella dejara de formar parte de su fuente de ingresos, y comenzó a extorsionarla.

Sucesivas llamadas telefónicas y mensajes de texto, le advertían a la mujer que tenía que pagarle para alejarse de las drogas o le iba a ir muy mal. Las amenazas se incrementaron y comenzaron a abarcar a su propia familia que fue amenazada de muerte por el narco.

Temiendo lo peor, la joven decidió denunciar lo que estaba ocurriendo y tras juntar los $ 20.000 que le exigía el narcotraficante, se dirigió sin titubeos a su casa a entregarle el dinero. Lo que Gaggioni no sabía, era que la Policía esperaba ese momento para capturarlo.

Los efectivos le cayeron encima en su casa de continuación avenida Joaquín de Viana y calle Nicaragua, y no solo encontraron los $ 20.000 que poco antes la infortunada joven le había entregado, sino mucho más dinero, cocaína, plantas de marihuana y otra serie de efectos.

De todo

El narco salía en ese momento en una moto Yumbo Max 110c.c., llevando consigo $ 37.000, US$ 500 y un teléfono celular. En el interior de su casa, estaba su pareja de 19 años y su hijo de la misma edad. El allanamiento se prolongó por varias horas y deparó múltiples sorpresas.

Allí había 84 palancas de cocaína que pesaron 108 gramos; en otro pequeño envoltorio otros 204 gramos de la misma droga, y 592 gramos de bicarbonato, utilizado para estirar la droga, además de un producto de uso veterinario (para equinos) usado con el mismo fin.

También se encontraron dos plantas de marihuana (de 20 y 30 centímetros de alto respectivamente), que eran cuidadosamente cultivadas dentro de un placard, con luz y adecuada temperatura; 3 desmorrugadores y 2 pipas caceras; nylon y cinta para armar las dosis, y 3 jeringas.

Dentro del cajón de una cortina, se hallaron US$ 15.000 (que se suman a los US$ 500 que llevaba Gaggioni cuando fue detenido) y otros $ 2.000 en moneda nacional, que totalizaron los $ 39.000, incluyendo los $ 20.000 que había cobrado poco antes por la extorsión.

En la finca, se encontró además una moto marca BMW modelo RRS 1000 con 1 casco integral; 1 moto marca Baccio modelo Clasic 125c.c.; y una Baccio modelo PX 110c.c. Este miércoles, complementando el procedimiento se incautó un automóvil Honda Civic.

De la casa, la Policía también retiró 2 LCD, de 32 y 42 pulgadas; 6 teléfonos celulares de distintas marcas y modelos; 1 Play Station 3 marca Sony con 2 palancas análogas, una cámara fotográfica Kodak y una pistola de aire comprimido marca Crosman Airguns.

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