Un hombre que fue intervenido a bordo de una camioneta en avanzado estado de ebriedad, terminó procesado por atentado agravado; quiso convencer a los policías que lo dejaran seguir a cambio de diez litros de vino. Otro, también borracho, amenazaba a su compañero de trabajo con un arma de aire comprimido y también fue procesado.
La Jueza Penal de 4° Turno, procesó sin prisión por el delito de atentado agravado, a quien fue identificado como G.S.G., de 52 años de edad, quien fue intervenido borracho días atrás por efectivos policiales del destacamento de Cerro Pelado.
La Policía fue advertida que en las calles Cerro Arequita y Cuchilla de Haedo, había estacionado una camioneta en cuyo interior se encontraba G.S.G. en estado de embriaguez, y a punto de continuar la marcha en esas condiciones.
Al ser intervenido, primero intentó convencer a los efectivos de que le permitieran proseguir a cambio de diez litros de vino; luego, ante la negativa de los policías, intentó agredirlos por lo cual inmediatamente fue reducido y trasladado al destacamento de la zona.
Realizados los trámites de rigor, quedó detenido a la espera de ser citado desde la sede judicial y hasta tanto recobrara plenamente su lucidez. Posteriormente fue procesado como se indica líneas arriba.
Violencia privada
A todo esto, el miércoles la misma magistrada determinó el procesamiento sin prisión de W.F.E. de 64 años de edad, imputado como autor de un delito de violencia privada agravada.
Días atrás, personal de la seccional 6ª de Maldonado Nuevo, fue advertido sobre un particular incidente que se producía entre un guardia de seguridad que oficia de sereno en un complejo de viviendas del Banco Hipotecario y un compañero de trabajo.
A llegar al lugar, el guardia de seguridad de 51 años de edad, señaló insistentemente a su compañero de trabajo por estar profiriéndole en forma insistente amenazas con un arma de fuego, por razones que no fueron reveladas pero quedaron en evidencia.
Los policías comprobaron que el denunciado, identificado como W.F.E. se encontraba alcoholizado, y efectivamente reiteradamente le exhibía un arma a su compañero, por lo cual fue detenido y trasladado a dependencias policiales.
Al mismo tiempo, le fue incautada una pistola que en realidad no era de fuego sino de aire comprimido, con la cual estaba amenazando al guardia. Tras las indagatorias de rigor, quedó a disposición judicial con el resultado señalado.