Un individuo poseedor de antecedentes penales, se transformó en el quinto procesado en el marco de la investigación del confuso episodio en el que perdió la vida de un balazo en la cabeza, Danny Daniel Benítez. El hecho de sangre ocurrió la madrugada del domingo 20 de septiembre.

En la jornada del lunes 31 de octubre, la Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, doctora Adriana Morosini, dispuso el procesamiento con prisión de Jonathan Fabián Borad Santos, de 26 años, por la presunta comisión de un delito de omisión de asistencia.

Se trata del quinto procesado por la confusa muerte de Danny Daniel Benítez, de 33 años, quien falleciera a raíz de un disparo en la cabeza, sobre la hora 4.00 del domingo 18 de septiembre, mientras era asistido en Sanatorio Mautone, a donde ingresó con pérdida de masa encefálica.

Jonathan Fabián Borad Santos, fue detenido el fin de semana por efectivos de Investigaciones del Distrito 4 en el barrio Los Olivos. Durante las primeras etapas de trabajo policial en torno al caso, este individuo fue ubicado en la escena, pero no había sido visto desde entonces.

Ya eran cuatro

El primer imputado en relación a este caso, fue procesado con prisión el miércoles 21 de septiembre. La Jueza Morosini le imputó a R.F.N.P., de 45 años de edad, la comisión de un delito de encubrimiento, aunque la Policía nunca reveló si encubrió un homicidio o lo que pudo haber sido un accidente.

El viernes 30 de septiembre, la misma magistrada procesó sin prisión a las mujeres identificadas como L.M.R.L. y R.V.S.P., así como al hombre que responde a las iniciales B.N.R.B., por el delito de omisión de asistencia. Como medida sustitutiva, les impuso arresto domiciliario total por 90 días.

Estas personas, estuvieron vinculadas con la confusa muerte de Danny Daniel Benítez. Entre los procesados, figura la mujer que mantenía una relación sentimental con la víctima, y un hombre que durante la investigación inicial había sido relacionado con los hechos pero no había sido ubicado.

Danny Daniel Benítez fue encontrado agonizando a los fondos del hospital Elbio Rivero de Maldonado, a donde había sido llevado en un vehículo, aparentemente por dos hombres y la mujer con la que la víctima mantenía una relación sentimental, según se pudo establecer.

La mujer procesada, fue quien avisó a un efectivo policial que cumplía tareas de vigilancia en el nosocomio, de que en la esquina de las calles Barton y Ramos se encontraba el cuerpo de un hombre moribundo. Benítez tenía un disparo en la sien que le atravesó el cráneo.

La mujer fue detenida y durante los interrogatorios reveló algunos datos de lo que realmente ocurrió en la finca de la calle Gregorio Sanabria, en el barrio San Antonio. Allí durante un allanamiento posterior, se encontraron salpicaduras de sangre en paredes y en parte del mobiliario.

En la misma casa -cuyo dueño luego fue detenido y resultó ser el primer procesado por este caso-, también se incautaron equipos de comunicaciones, munición viva y un proyectil deformado. Finalmente, fue detenido el otro hombre que fue responsable del traslado del herido de muerte.

Tras los interrogatorios y la reconstrucción de lo ocurrido en presencia de la Jueza del caso (instancia llevada a cabo la tarde del martes 20 de septiembre), tanto la pareja del fallecido como el hombre que traslado a Benítez al borde de la muerte hasta el hospital, habían recuperado la libertad.

Sin aclarar

La noche del sábado 17 de septiembre, Benítez estaba junto a varias personas (al menos cuatro); una hipótesis es que, en esas circunstancias estaban manipulando un arma de fuego en lo que sería una “ruleta rusa”, momento en el cual este hombre se hirió de muerte en forma accidental.

El hecho ocurrió en las primeras horas del domingo en la casa de R.F.N.P., donde además funcionaría una boca de venta de drogas. Cuando Danny Daniel Benítez recibió el disparo, quienes estaban con él no se atrevieron a llevarlo directamente al hospital de Maldonado.

Como forma de evitar involucrarse (aunque no pensaron que la Policía investigaría lo ocurrido a partir de los últimos pasos conocidos de la víctima y sus allegados), decidieron cargarlo en un vehículo y dejar el cuerpo literalmente abandonado y agonizando en los fondos del nosocomio.

Las declaraciones de R.F.N.P., así como las de la pareja del occiso y el hombre que reconoció haberlo trasladado, fueron contradictorias. La Policía caratula el hecho como homicidio, aunque el mortal disparo puede haber sido accidental mientras se manipulaba el arma de fuego que no fue hallada.

Según investigadores, la zona de ingreso del proyectil hace difícil pensar que el propio Benítez se haya disparado accidentalmente. Estiman que alguien le disparó a muy corta distancia; de lo contrario, él realmente se apuntó a la sien en el “mortal juego” conocido como ruleta rusa.

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