La Jueza Penal (s) de 2° Turno de Maldonado, remitió a la cárcel a dos jóvenes poseedores de antecedentes penales, de 19 y 18 años de edad. El primero había robado una moto, y el segundo tenía en su poder un teléfono celular hurtado mediante arrebato.

Alexander Fernández Carrasco, de 19 años, fue procesado con prisión por la presunta autoría de un delito de hurto, tras ser atrapado con una moto Baccio 110c.c. que había robado en las calles Henry Dunant y Mario Scasso, en los fondos de Sanatorio Cantegril.

El viernes 5 de mayo, Fernández Carrasco había sido identificado por personal de Investigaciones del Distrito 2, mientras circulaba en esa moto por la calle 7 del barrio Maldonado Nuevo. El bi rodado tenía forzada la careta y “puenteado” el arranque.

Aunque fue detenido y trasladado a dependencias policiales, posteriormente fue liberado ya que no había requisitoria alguna de la moto que conducía. Sin embargo, poco después se informó que el robo se había denunciado en la seccional 10ª de Punta del Este.

En forma inmediata, la Justicia dispuso la detención de Alexander Fernández Carrasco, quien fue intervenido sobre la hora 0.15 del sábado 6 en calle Justicia casi Francisco Moreno, en el barrio Maldonado Nuevo, tras intentar darse a la fuga.

No fue

Otro joven de 18 años, identificado como Enzo Sebastián Pérez Acuña, también fue a la cárcel por la presunta comisión de un delito de receptación, ya que la Policía lo encontró en poder de un teléfono celular que fue hurtado durante un arrebato.

El hecho ocurrió el 22 de abril en calle Simón del Pino, en el barrio Odizzio, donde una mujer que se desplazaba a pie fue despojada de un portafolios en el que contenía un teléfono celular, documentos y $ 200 en efectivo, además de una agenda y un par de lentes.

La víctima aportó algunos datos del autor del arrebato y dijo que había escapado por la calle Manuel Meléndez. Pericias tecnológicas practicadas por investigadores del Distrito 2, permitieron a través de la señal del teléfono, dar con su ubicación.

La Policía llegó hasta el lugar donde se encontraba el aparato y procedió a detener a Enzo Sebastián Pérez Acuña, quien durante los interrogatorios negó haber sido el autor del arrebato. Insistió en que lo había comprado aunque no identificó al vendedor.