Un equipo de inspectores de Fauna de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), allanó el establecimiento “El Gran Chaparral” en Playa Verde, propiedad del argentino Marcelo Balcedo. Allí se hizo un relevamiento de los animales en cautiverio, entre los que hay de especies autóctonas y otras exóticas.

Este miércoles inspectores de Fauna de la Dinama llegaron al establecimiento de 96 hectáreas, ubicado en Playa Verde, propiedad del sindicalista argentino Marcelo Balcedo, quien cumple prisión preventiva junto a su esposa, en tanto se sustancia el pedido de extradición.

En un operativo coordinado con Interpol, constataron la presencia de aves exóticas y fauna nativa. Entre las especies exóticas se encontraron 2 guacamayos, 1 loro hablador, 5 llamas y 2 alpacas; y entre las autóctonas, 5 carpinchos y 14 ñandúes.

Si bien se constató su buen estado, la ley de nuestro país prohíbe la captura y tenencia de animales silvestres o salvajes y de especies protegidas legalmente, en lo que se adelantó se perfilaba como un verdadero zoológico o al menos reserva.

Las aves incautadas integran la denominada Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un acuerdo que apunta a conservar la biodiversidad a través de la regulación del comercio de especies.

Dos de ellas son guacamayos que integran el Apéndice 1 de la Convención, dado su mayor grado de amenaza de extinción. Uno el Ara chloroptera, conocido como guacamayo rojo o guacamayo aliverde, una especie de ave de la familia de los loros.

Se caracteriza por su gran tamaño, y atracción por su espectacular colorido, y su llamado estridente con el que se comunican durante el vuelo. El segundo guacamayo encontrado es un Ara ararauna, también conocido como guacamayo azul y amarillo, también de la familia de los loros, propia de América del Sur.

Otro ejemplar encontrado es de la especie Amazona aestiva, más conocido como loro hablador, que integra el Apéndice 2 de la Convención. En este caso, explicaron los técnicos, se trata de una especie en continuo tráfico en Uruguay.

En Uruguay el cuidado de la biodiversidad es una política de Estado, y de la calidad y el bienestar de los ecosistemas, de las especies de flora y fauna, así como de los recursos genéticos, que constituyen la diversidad biológica, depende también la calidad de vida de la población.

En particular la protección de la fauna autóctona es un tema de un alto grado de sensibilidad para la sociedad, demostrado en un alto porcentaje de denuncias recibidas en Dinama, que concluyeron con cerca de 1.000 ejemplares liberados a su medio natural en 2017.

El operativo, informó la Dinama, dejó en evidencia, otra de las excentricidades identificadas en esta investigación que se inició la pasada semana: la intención del dueño de la propiedad de constituir su propio zoológico privado.

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