El Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático, encabezado por Ignacio Lorenzo, se reunió el lunes 5 de agosto con residentes, representantes de organizaciones y autoridades de Piriápolis para compartir sus experiencias sobre los efectos del cambio climático en las costas de la zona. El objetivo del encuentro fue recoger insumos para el Plan Nacional de Adaptación de zonas costeras, para el cual también se cuenta con aportes técnicos de la Universidad de Cantabria.
El taller denominado “Piriápolis se prepara”, encabezado por Ignacio Lorenzo, convocó a la comunidad de ese balneario para identificar las principales vulnerabilidades respecto del cambio climático, en lo relacionado a marejadas de tormenta y aumento del nivel del mar.
“Uruguay es un país particularmente vulnerable al cambio climático porque, por un lado, su población vive mayormente en áreas costeras y urbanas y, por otro lado, su economía está basada en el sector agropecuario y turístico, ambas fuertemente relacionadas con el clima”, explicó Lorenzo.
El jerarca, informó que desde hace unos meses Uruguay recibe los aportes especializados en aumento del nivel del mar de la Universidad de Cantabria, y que también se trabaja con la Universidad de la República y la valoración que hacen los vecinos sobre el tema.
“Esto nos permitirá una agenda clara de acciones positivas para reducir los efectos del cambio climático, cuyas previsiones a futuro son amenazantes”, agregó, al tiempo de explicar que ya se han identificado algunos sitios para trabajar con experiencias piloto en los departamentos costeros.
Figuran Piriápolis, departamento de Maldonado; La Paloma, en Rocha; Atlántida en Canelones; Cerro y Carrasco, en Montevideo; Ciudad del Plata, en San José; y Colonia del Sacramento, en Colonia. “Son sitios con distintas áreas de interés y una vulnerabilidad particular en los cuales nos interesa trabajar”, agregó.
En cuanto a algunas medidas ya adoptadas, dijo que se instalan cercas captoras para las dunas en las playas, está prohibido el ingreso con vehículos y se incorporó un “sello verde” para que los emprendimientos turísticos y la infraestructura utilicen medidas de sostenibilidad ambiental, fomento de la reducción de emisiones y adaptación al cambio climático.
Finalmente, Ignacio Lorenzo adelantó que en unos 30 días se concretará otro taller de este tipo en Atlántida, departamento de Canelones. “Nos interesa escuchar a los vecinos que nos traen sus experiencias y preocupaciones por los cambios en las costas”, concluyó.