Del 31 de octubre al 3 de noviembre Punta del Este es sede de la IX Feria de Aves que reúne a expertos y amantes de la avifauna a través de conferencias, salidas de campos y talleres. El trinar y el colorido de las alas de los albatros y petreles o el dragón, capuchinos hasta el cardenal amarillo son algunas de las especies amenazadas que aún se encuentran en Uruguay y deslumbran a miles de turistas.
La IX Feria de Aves, que se realiza en el Centro de Convenciones de Punta del Este hasta el 3 de noviembre, es un espacio donde cerca de 200 observadores de aves de Sudamérica y visitantes de todo el mundo, tienen la oportunidad para reunirse, compartir experiencias, intercambiar conocimiento, aprender sobre aves y conservación.
Uno de los aspectos destacados son las salidas de campo a las diferentes reservas naturales, salidas pelágicas al mar, humedales, pastizales pampeanos, costa atlántica y bosques nativos en los alrededores de Punta del Este donde la abundancia de especies es destacada.
En los stands que rodean la feria, el observador de aves puede adquirir libros y guías, equipos, óptica, arte o tomar contacto con empresas especializadas, alojamientos, entes gubernamentales o asociaciones dedicadas a las aves en Uruguay y otros países.
Se encuentran
En tan solo una salida el turista puede visualizar hasta 90 variedades de aves en Uruguay. El destino se ganó un lugar en el turismo de avistaje de aves -aviturismo- por reunir una importante diversidad de especies en cortas distancias y en poco tiempo, al igual que encontrar avifauna amenazada de fácil y accesible observación.
No en vano el “Río de los pájaros pintados” o Uruguay, en Guaraní, fue como bautizaron el río que dio nombre al país por la diversidad de pájaros que sobrevuelan el cielo nacional. Hoy superan las 500 especies entre residentes y los provenientes de movimientos migratorios.
De acuerdo al biólogo Adrián Stagi, coordinador Ejecutivo de Aves Uruguay y del Comité Organizador Local de la IX Feria de Aves, Uruguay reúne “condiciones extraordinarias” para la práctica ecoturística en espacios naturales y rurales, aunque pueda faltar información o difusión.
“La observación se hace sin necesidad de recorrer grandes distancias y la vegetación nativa es de corta altura y abierta. Estas características permiten observar en un mismo día una gran variedad de especies que en algunos sitios alcanzan los 90”, explicó Stagi.
Puerta de entrada para la observación de aves en Uruguay es el Parque Nacional Esteros de Farrapos, donde confluyen 5 ecosistemas lo que permite observar todas las variedades de aves, recomendó. Al parque se ingresa desde Nuevo Berlín, a 45 kilómetros de la ciudad de Fray Bentos y se accede por Ruta 20.
Los paquetes de observación suelen ser de 4 horas hasta 5 días y su costo ronda los US$ 39 por persona diarios. Los itinerarios se arman de acuerdo al interés del visitante, explicó Stagi, y en función de ello se puede optar por los distintos sitios que ofrece el país.
El perfil del turista oscila entre quienes solo buscan registrar el momento a quienes disfrutan admirarlas y profundizar la información sobre ellas. Si bien suelen ser adultos y adultos mayores los que eligen el aviturismo, cada día crece el número de familias y parejas que escogen esta modalidad.
Las aves más frecuentes son: hornero, carpintero, la paloma de ala manchada, rapaces, especies amenazadas, especies de espinal -espineros, casteneros-, entre otros. El diferencial del país está en que se pueden encontrar los albatros y petreles, especies amenazadas como el dragón, capuchinos, chorlos y playeros, spophila y cardenal amarillo.