Vecinos de la ciudad carolina temen que, ante el represamiento del arroyo Maldonado, puedan ocurrir importantes inundaciones, en tanto que la Red Unión de la Costa, plantea una serie de interrogantes respecto al impacto ambiental por las obras iniciadas en el puente ondulante clausurado.

 

La Red Unión de la Costa, conformada por unas 45 agrupaciones, comisiones vecinales, ong´s, movimientos sociales y organizaciones, en un comunicado emitido en las últimas horas, insta a las autoridades a poner en consideración el impacto ambiental que las obras en los puentes ondulantes presentan.

Sostiene que las declaraciones oficiales señalan el mes de diciembre como plazo para terminar la primera etapa de la obra que consistirá en un apuntalamiento de la estructura y la unión de los dos extremos del puente afectado con las cabeceras en tierra firme, tras la construcción de cuatro ataguías.

“Este plazo parece tener especialmente en cuenta consideraciones vinculadas al comienzo de la próxima temporada y no un plazo impuesto por aspectos técnicos de seguridad que se desprendan de estudios y proyecciones de obra”, agrega en el comunicado la Red Unión de la Costa.

Aunque aclara que se entiende la necesidad y urgencia de la reparación del puente o de frenar su grado de deterioro, “nunca puede ir en detrimento de la pérdida de calidad ambiental o generando mayores impactos negativos en el entorno natural”, que es patrimonio del departamento.

Advierte asimismo, que “existe riesgo de que los materiales utilizados que se están agregando al cauce sean dispersados por las corrientes y terminen en la playa o cambiando el propio cauce del arroyo”, y plantea si ya hay un plan establecido para el posterior retiro de esos materiales.

Se pregunta si se está tomando en cuenta que, ante el cierre del cauce del arroyo desde las dos orillas y el apuntalamiento de la parte media del puente, habrá “un aumento rápido del nivel del arroyo en eventos puntuales, así como la aceleración de la corriente que podría ejercer fuerzas laterales sobre el puente”.

En otro tramo del comunicado, la Red Unión de la Costa recuerda que, según la Ley N° 17.283 (Protección del Medio Ambiente), “este tipo de intervención debería realizarse con estudios de impacto ambiental ya que requiere tener consideraciones por los efectos negativos de la misma”.

En el comunicado, también se pregunta si ante un colapso no controlado del puente, se está pensando como extraer el material del arroyo, si se está teniendo en cuenta que junto al puente Leonel Viera pasa el oleoducto de Ancap, y si se está previendo algún plan de contención ante un derrame de petróleo.

Hay preocupación por el alto volumen de tránsito que está soportando el único puente habilitado, razón por la que se pregunta si existen estudios al respecto, y en otro orden, si se ha consultado a pobladores y pescadores de la zona, considerando importante y urgente incluir el conocimiento local.

San Carlos alerta

A todo esto, si bien institucionalmente ni desde el ámbito público ni desde el privado de la ciudad de San Carlos y su entorno se ha omitido opinión sobre esta situación, individualmente vecinos de algunos barrios bajos han alzado su voz ante el riesgo de que se puedan producir inundaciones.

La ciudad, en sus zonas bajas costeras al arroyo San Carlos (que desemboca en el arroyo Maldonado) cuenta con centenares de edificaciones que anteriormente y en virtud de prolongadas lluvias han resultado anegadas, por lo cual un represamiento aguas abajo podría generar nuevos problemas.

Hay vecinos que tienen el temor de que mientras no se normalice la situación en la zona de los puentes ondulantes, puedan ocurrir precipitaciones de importancia en la cuenca alta del arroyo San Carlos, y que el arroyo Maldonado no tenga la capacidad habitual para descargar en el mar.

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