Lo dijo la directora de Medio Ambiente de la Intendencia de Maldonado, ingeniera y bióloga Bethy Molina, tras recorrer la zona días atrás junto al sub secretario del Ministerio de Ambiente y otros funcionarios.
La directora de Medio Ambiente de la Intendencia de Maldonado, Bethy Molina, realizó una recorrida por la costa de laguna Garzón, junto al viceministro de Medio Ambiente, Gerardo Amarilla, y varios técnicos, para evaluar la situación del espejo de agua tras la apertura mecánica de la boca y su conexión con el océano.
Laguna Garzón, que es un Área Protegida, está a cargo del Ministerio de Ambiente (MA), más allá de que las intendencias involucradas -de Maldonado y Rocha-, han manifestado su voluntad de gestionar ese territorio en forma conjunta y en consulta con la cartera, por la ventaja de conocer el territorio.
Durante una entrevista en el periodístico matutino de Aspen FM de Punta del Este, Molina explicó que las aperturas de la “barra” son necesarias desde el punto de vista biológico y para asegurar la “salud ambiental” de la laguna, lo que no está ocurriendo naturalmente, por lo cual es importante que se haga en fechas claves como otoño o primavera.
En otoño porque asegura la salida de los cangrejos Siri “cargados de huevas al mar”, ya que si quedan dentro de la laguna, mueren. Y en primavera cuando entran a criar los camarones. “Quienes conocen desde hace muchos años el funcionamiento de la laguna Garzón, saben que antes se podían pescar tanto cangrejos como camarones”, apuntó.
Inadecuado
Bethy Molina, subrayó que en distintas instancias la Intendencia de Maldonado ha manifestado no estar de acuerdo con el lugar que se elige para realizar la apertura de la barra, y “esta vez tampoco con el momento” porque el criterio es por “altura de agua”, es decir, hacer la apertura cuando haya cierto nivel de agua en la laguna.
Para Molina, ingeniera y bióloga, la apertura es “multicausal, y hay que tener en cuenta no solo el nivel del agua, sino las condiciones climáticas, sobre todo vientos y oleaje para que el intercambio de agua dulce y salada se produzca adecuadamente y la boca no vuelva a cerrarse rápidamente como ya está ocurriendo.
Sobre el lugar, insistió en que debe ser lo suficientemente profundo para que “cuando el mar esté calmo no deposite rápidamente arena y lo tape”, por lo cual cuanto menos profundo es el lugar donde se abre, más chances hay de que se cierre rápidamente por la reacción natural del mar.
Explicó que las condiciones de los últimos días permitieron que la barra permaneciera abierta, pero estimó que, en unas 48 horas cuando el mar vuelva a bajar, se cerrará, por lo cual queda claro que el lugar elegido no es el más adecuado y coincide con conocedores del área que dicen que debe efectuarse más hacia el Este.
“Tiene que abrirse en un sitio suficientemente profundo para que el mar tarde mucho tiempo en cerrarla y permita ese intercambio de agua, sino el agua salada llega a la barra y ni siquiera llega al cuerpo de agua”, remarcó. El punto sería donde antiguamente se emplazaba el parador La Caracola, edificación de fuera demolida.
Además, reveló que oportunamente el MA intimó a su par de Transporte y Obras Públicas para que como responsable final de la obra de construcción del novedoso puente circular, retirara una gran cantidad de material que producto de los trabajos realizados, obstruyó un canal natural que también impide la normal circulación del agua.
Ante la coincidencia de vecinos, pescadores, conocedores de la zona y la propia Intendencia de Maldonado, el subsecretario del MA, Gerardo Amarilla, consideró que al menos como prueba piloto, la próxima apertura se realice en un punto de la costa más profundo y donde no haya construcciones.
Molina se lamentó que mucho tiempo antes, las aperturas se realizaran por reclamos de algún vecino u hotelero, en el lugar donde les parecía mejor, sin contemplar todos los aspectos antes mencionados, lo que ha contribuido, junto a otras causas, al deterioro que se aprecia hoy en el espejo de agua.
“Nos parece que sentados en Montevideo, por una recomendación, que nosotros respetamos, de algunos técnicos del Cure y demás que establecieron una altura, nosotros creemos que cuando se trata de temas hidráulicos, si se quiere consultar a la Universidad de la República, hay que consultar a la Facultad de Ingeniería”, aseveró.
Pero Molina aclaró que, además de los resultados que arroje un estudio hidráulico, se debe tener en cuenta lo que se conoce como “manejo adaptativo” que implica hacer pequeñas modificaciones y luego observar “que pasa”, a partir de todas esas opiniones recogidas respecto al lugar ideal de apertura con el que la comuna coincide.