Al menos cinco días más podría llevar la compleja operación para sacar de su varadura cerca de la Isla de Lobos, al buque-tanque “Siteam Anja” que carga 32.000 metros cúbicos de aceite. Ya llegó un potente remolcador de Brasil y ahora se espera el arribo a la zona de otro barco alijador (quimiquero) de bandera suiza.

El capitán Marcelo Danatro, Prefecto del Puerto de Maldonado, informó este martes que ya se retiraron del “Siteam Anja” 170 toneladas de productos contaminantes a bordo del buque “Sealion”, y que el barco encallado cerca de la Isla de Lobos ya está presurizado para las tareas de reflote.

El jerarca dijo que se espera el arribo del buque alijador "Monte Rosa", para proceder al retiro de poco más de 12.000 toneladas de aceite, con lo que estiman los técnicos, se lograría la flotabilidad del “Siteam Anja” para comenzar luego a trabajar para quitarlo de su encalladura.

Danatro explicó que todo el procedimiento requiere de mucha precisión, porque al tiempo que se comience a retirar parte de la carga, se deben ir analizando las modificaciones del peso para evitar “torsiones” que puedan dañar más al buque encallado y eventualmente cargar agua.

El “Siteam Anja”, de 182 metros de eslora, derivó hacia la zona donde finalmente encalló calando 10,40 metros con una altura de marea de 1,90 metros; en estos momentos está encallado en 11 metros. El buque presenta 4 rumbos (averías) a babor en los tanques de lastre y 1 a estribor.

Danatro dijo que según las estimaciones, retirando unas 13.000 toneladas de carga, sería suficiente para lograr la flotabilidad del buque. Esta etapa demandaría entre 60 y 70 horas si las condiciones de mar son adecuadas, por lo que las tareas finales no se iniciarían antes del fin de semana.

A los remolcadores uruguayos que participan en las operaciones, se sumó este lunes el arribo del “FAR Senior” de bandera brasileña, un remolcador oceánico de gran potencia que tiene 80 metros de eslora. De ser exitoso el operativo, el “Siteam Anja” será llevado unas 5 o 6 millas al Sur.

Allí se verificará que su flotabilidad sea la adecuada, para recién en ese momento, acercarlo a aguas menos profundas para evaluar si la reparación se puede realizar en la zona Delta (frente a Piriápolis) o si es necesario su traslado a algún dique, en Uruguay u otro país.