El dos veces presidente de la República, doctor Julio María Sanguinetti, dijo que no aspira ocupar ningún cargo pero que sintió la necesidad de trabajar por su partido tras el alejamiento del último líder, Pedro Bordaberry. Además, no negó que las conversaciones con los principales líderes blancos busquen lograr una coalición para darle gobernabilidad a un futuro gobierno que no sea de izquierda.
El doctor Julio María Sanguinetti, en una extensa entrevista concedida al periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, aclaró que nunca se apartó de la política, aunque admitió que en la perspectiva electoral hoy salió a trabajar por el Partido Colorado.
El dos veces presidente de la República, admitió que tras “la salida” de Pedro Bordaberry, el último líder y candidato presidencial en dos ocasiones por los colorados, quedó “un gran vacío” y muchos dirigentes y adherentes le solicitaron que hiciera de “enlace, de portavoz”.
Aclaró que no pretende ocupar ningún cargo, pero que siente la necesidad de dar una mano porque hay “graves problemas en el país” y es clave recomponer al Partico Colorado y eventualmente buscar acuerdos con el Partido Nacional, porque el modelo del Frente Amplio está agotado.
Dijo que por el momento hablar de candidaturas no solo es prematuro sino innecesario porque lo importante es reagrupar las fuerzas de su partido, en tanto se van manteniendo conversaciones con el otro partido tradicional para alcanzar un acuerdo sobre no más de 3 o 4 puntos.
Aseguró que esa fue la tónica del encuentro que sostuvo la pasada semana con los dos principales líderes del Partido Nacional: coincidir en algunos temas para ofrecer una alternativa de coalición que de gobernabilidad a un futuro gobierno que no sea del Frente Amplio y también tranquilidad a los electores.
Dijo a modo de ejemplo que, uno de los temas en los que necesariamente se debe coincidir es en la búsqueda salidas para que Uruguay vuelva a reinsertarse en el plano internacional, porque después de tres periodos el modelo de la izquierda ya no ofrece posibilidades de mejora.
Sanguinetti considera que el país atraviesa una decadencia social a pesar del crecimiento económico que experimentó en los últimos años, y que, si bien algunos problemas tienen que ver con cambios a nivel global o regional, otros se vinculan directamente a las políticas de la izquierda.