El insólito siniestro de tránsito ocurrió en horas de la tarde de este jueves y afortunadamente no dejó personas lesionadas. Solo daños materiales en el frente de una barraca ubicada en calle Iguazú, en Punta del Este. La única ocupante del coche dijo haber perdido el dominio del volante porque se encandiló son el sol.
El insólito siniestro de tránsito ocurrió en horas de la tarde de este jueves, cuando un automóvil marca Citroën, de color blanco, sorpresivamente subió a una vereda, se estrelló contra una gran vidriera de la Barraca Punta del Este, sita en calle Iguazú casi Pilcomayo, y se detuvo en su interior.
La conductora y única ocupante del automóvil, una mujer argentina de 63 años afortunadamente resultó ilesa, así como quienes se encontraban en el interior del comercio, donde se produjeron solo daños materiales en el frente y en algunos productos que estaban a la venta.
La conductora dijo que se encandiló con el sol y perdió la noción de distancia, golpeando contra el cordón y subiendo a la vereda, y que en el momento del impacto pisó el acelerador en lugar del freno. En ese momento, no acertaba a pasar nadie por el frente de la barraca.