Tres adolescentes y un mayor de solamente 20 años serían los autores de la seguidilla de rapiñas y arrebatos ocurridos en los últimos días en distintas zonas de Punta del Este. Dos se encuentran internados tras chocar con un móvil policial, pero otros dos que inicialmente admitieron la autoría de varios hechos, recuperaron la libertad por disposición Fiscal.

 

Personal de Investigaciones del Distrito 2 se encontraba trabajando desde hacía varios días, sobre la hipótesis de que los arrebatos y rapiñas perpetradas sistemáticamente desde el miércoles en distintas zonas de Punta del Este, eran cometidos por los mismos delincuentes.

También se había logrado establecer, a partir de testimonios y registros de cámaras públicas y privadas de video vigilancia, que las motos utilizadas eran una Yamaha modelo Crypton y otra tipo cross, las que incluso fueron vistas relativamente cerca una de otra en las zonas de los hechos.

En los últimos días la Policía había puesto la mirada en la zona del asentamiento Kennedy, ya que había una serie de indicios que hacían presumir que desde ese lugar estaban saliendo los delincuentes, y que hacia ese mismo lugar retornaban tras los atracos para “fondearse”.

Este viernes a la mañana, hubo dos arrebatos y una tentativa de rapiña en distintas zonas de la península. Visualizadores de las cámaras públicas de video vigilancia informaron que las dos motos mencionadas habían sido avistadas en proximidades de las avenidas Roosevelt y Pedragosa Sierra.

Móviles del GRT y de la URPM del Distrito 2 que operaban en la zona avistaron dos motos con cuatro ocupantes que se dieron a la fuga, aunque minutos después fueron localizados en la zona de El Jagüel, donde se desató una persecución que culminó en camino Aparicio Saravia.

Una de las motos habría intentado esquivar uno de los móviles pero terminó estrellándose frontalmente con otro, sufriendo los ocupantes de la moto diversas lesiones. El piloto era un adolescente de 15 años, y su acompañante, un joven de 20 años; ambos fueron trasladados a centros asistenciales.

El adolescente es P.E.M., quien desde el jueves 27 debía cumplir arresto domiciliario nocturno, tras haber sido atrapado junto a un compinche de 17 años, con el que había robado un televisor en una residencia del barrio Marly de Punta del Este, en horas de la madrugada del mismo día.

Posteriormente y mientras se realizaban los peritajes por el choque entre la moto cross de los delincuentes (que luego se confirmó era robada), se presentaron ante la Policía otros dos adolescentes, confesando que eran los ocupantes de la otra moto que se había fugado.

Admitieron, para sorpresa de los policías, que habían sido los autores de varios de los hechos que se estaban investigando, por lo cual fueron intervenidos y trasladados a dependencias de Investigaciones del Distrito 2, donde revelaron todos los detalles de los delitos cometidos.

Dijeron que la moto Yamaha Crypton la habían dejado en el asentamiento Kennedy y que un arma de fuego la descartaron en la misma zona. A pesar de la confesión, que luego no ratificaron ante el Fiscal Schubert Velázquez, por asesoramiento de su abogada, ambos fueron dejados en libertad.

En tanto, se espera por el otro adolescente de 15 años que permanece internado y deberá ser intervenido quirúrgicamente por una de las lesiones experimentadas durante el choque contra el móvil policial, y por el joven de 20 años, para que apenas sean dados de alta puedan declarar.

En medio de estas detenciones, la madre, una hermana y un tío de uno de los adolescentes, se presentaron en dependencias policiales de la Parada 24 a pedir explicaciones, terminando detenidos por varias horas a raíz de los insultos proferidos contra los efectivos de la repartición.

(Foto: origen desconocido)

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