Su familia se despierta cada día con la esperanza de tener alguna noticia, sea cual sea. No tienen datos de ninguna investigación en curso, mientras se sigue barajando como hipótesis más firme un acto de autoeliminación. Pero hay detalles que dejan abiertas otras posibilidades que, no se sabe si se han tenido en cuenta.

 

Lourdes Lorena Muscar Cabos, de 47 años, desapareció de su domicilio de balneario Buenos Aires la noche del lunes 20 de mayo y desde entonces nada más se supo de ella. Solo se encontraron algunos efectos personales al día siguiente de su desaparición, lo que también permite manejar alguna hipótesis.

El martes 21 de mayo, cuando ya se había iniciado su búsqueda, se encontró en la zona de playa, a la altura de calle 35 de balneario Buenos Aires, la mochila con documentos, recetas médicas y algunos apuntes personales, además de su teléfono celular, mientras que posteriormente a la altura de calle 20 apareció un calzado deportivo.

Durante las jornadas siguientes, la búsqueda se intensificó con participación de recursos humanos de diferentes instituciones, amigos y familiares, por tierra, mar y aire. Dos días después, perros entrenados para la búsqueda de personas encontraron algún rastro pero finalmente lo perdieron. Desde entonces nada más.

Muchas interrogantes

El último contacto que la familia tuvo con ella fue el viernes 17 de mayo cuando participó en el cumpleaños de una hermana. Lourdes no tenía ningún tipo de problema con su pareja pero es depresiva a partir de la pérdida de un hijo hace 5 años en un siniestro de tránsito, razón por la cual incluso estuvo internada en una clínica psiquiátrica.

Mónica, una de sus hermanas forma parte del grupo familiar que tiene la esperanza de que aparezca con vida en algún momento; otra parte de la familia ya asumió que no está con vida. Lourdes trabajaba, tenía una perfecta relación con su familia, y los últimos días que se la vio, no denotaba ningún tipo de problema.

El tiempo ha pasado y su numerosa familia no tiene novedades de ninguna investigación en curso, porque se ha abonado la hipótesis de la autoeliminación, aunque no hay elementos probatorios concretos que lo confirmen, ni tampoco apareció un cuerpo en ninguna parte de la costa, o restos de sus prendas de vestir.

Surgen entonces algunas preguntas, porque si alguien decide quitarse la vida arrojándose al mar, lo hace desnudo o con todas sus prendas puestas. ¿Por qué entonces apareció un solo calzado deportivo y no el par; pero además en un sitio que no fue en el que apareció su mochila con efectos personales, documentos y hasta su teléfono?.

¿Por qué si Lourdes pereció ahogada por decisión propia, el cuerpo o alguna prenda de vestir no aparecieron hasta ahora en la costa de Maldonado, Rocha u otra zona?. ¿Quedó descartado un ataque que pueda haber terminado en homicidio, e incluso un secuestro con fines de trata?. Esto último nadie lo menciona.

Hay algunos detalles que se supone, quienes han investigado o investigan la desaparición de Lourdes Lorena Muscar han tenido en cuenta o deberían tenerlo: la aparición de un calzado solo puede ser consecuencia de “un arrastre”, así como el descarte de la mochila con distintos efectos lejos de allí, una acción de “despiste”.

¿No la pueden haber golpeado y ya sin conocimiento arrastrado para cargarla en algún tipo de vehículo?, momento en el que se le pudo descalzar el “champión” que posteriormente fue encontrado en la costa. Es claro que caminó hacia la playa, pero asegurar que se auto eliminó parece ser la conclusión más básica.

Si hay otra información que no se haya revelado, las autoridades debieran brindarla para tranquilidad no solo de la familia, que asegura no tener muchos datos últimamente, sino de la población en general que, se pregunta cómo alguien puede desaparecer de la faz de la tierra sin dejar un solo rastro.

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