A una semana de la muerte de Lucía Díaz (27), no ha habido avances en la investigación tendiente a encontrar a él o los responsables. El caso está en manos ahora del titular del Juzgado Penal de 2° Turno, doctor Gerardo Fogliacco, quien dispondría la citación de los primeros y únicos 5 indagados.

Como se recordará, el caso del asesinato de Lucía Díaz, recayó el viernes 10 de julio en la sede Penal de 2° Turno de Maldonado, entonces a cargo de la Jueza de Feria Rossana Martínez, quien en forma paralela debió atender el asesinato de María Celia Cevallos Denis (65).

Culminada la feria, ya asumió la titularidad de la sede Penal de 2° Turno, el doctor Gerardo Fogliacco, quien tras interiorizarse de los detalles contenidos en el expediente, dispondría la comparecencia una vez más, de los cinco hombres indagados durante los primeros días.

El primero en ser detenido por la Policía y llevado luego ante la justicia, fue un indigente que solía pernoctar en los arbustos donde el viernes de la pasada semana fue encontrado el cuerpo de Lucía Díaz, unas 20 horas después de haber salido desde su casa del barrio La Loma.

Luego fue detenido un ex novio de 33 años de edad, y el ex marido y padre del hijo de la joven, quien había sido denunciado por episodios de violencia doméstica anteriores, que habrían sido determinantes para que la pareja rompiera su relación a fines del año pasado.

Finalmente fueron detenidos, interrogados y llevados ante la jueza Martínez, un enfermero de 25 años que había tenido una relación sentimental -aparentemente breve- con la víctima, y un amigo de ambos, recepcionista de un hotel de la ciudad de Maldonado.

El juez de la causa, entiende que, en tanto se esperan los resultados de una serie de pericias científicas, que a una semana del asesinato no han llegado a Maldonado, estos hombres sean re interrogados para despejar algunas dudas que aún se mantienen.

Se espera por las pericias al pañuelo de Lucía; quien la mató, tocó firmemente esa prenda que le colocó en el cuello por la espalda y la torneó hasta dejarla sin vida. Fue alguien con fuerza como para reducirla; o tal vez participó más de una persona en esa acción.

No quedan dudas que Lucía fue ultimada cerca de donde apareció su cuerpo, el que arrastraron hasta los arbustos donde fue encontrado. Si la ultimaron tan cerca, es probable que haya sido en el interior de un automóvil, no a la vista de quienes pudieran pasar por la zona.

En este plano, adquiere importancia una versión que fue cobrando fuerza a medida que pasaron los días. Hubo testigos de que sobre la hora 22.00 del jueves 9, Lucía estuvo discutiendo en la esquina cercana a su casa, con una o dos personas que estaban en un coche.

Una hora después, salió de su casa con las llaves de la misma y un teléfono celular, presuntamente para comunicarse con su padre que está en el exterior. Ese aparato y las llaves de la casa, no aparecieron en ninguna parte.

Una de las dudas que surgió, es si realmente Lucía salió en busca de esa conexión a Internet, o fue lo que le dijo a su madre, para no revelar que había quedado de encontrarse con alguien. Esta diferencia puede resultar sustancial para llegar al asesino.

Lo último puede haber ocurrido, y es tal vez por lo cual no hubo testigos de algo anormal en ese tramo de la calle Guyanas que, registra un movimiento relativamente importante ya que es la conexión entre la avenida Camacho y el cercano Sanatorio Mautone.

Por el lado de la avenida Roosevelt, a unos 30 metros de donde fue abandonado el cuerpo, hay una de las estaciones saludables para realizar ejercicios físicos al aire libre. No aparecieron eventuales usuarios que hayan visto algo extraño a tan corta distancia.

Además del resultado de las pericias al pañuelo de Lucía, se esperan los de los ADN de los cinco hombres que estuvieron detenidos en carácter de sospechosos, así como muestras tomadas de debajo de sus uñas y de otras partes del cuerpo y prendas de la víctima.

(Foto: MaldonadoNoticias)

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