El asesinato de Lucía Díaz (27), ocurrido hace casi 24 días atrás en el barrio Jaurena de Maldonado, presenta más complicaciones para los investigadores, porque en medida que llegan los resultados de distintas pericias técnicas y científicas, se disipan algunas sospechas.

De acuerdo a información obtenida por MaldonadoNoticias, ninguno de los cinco indagados mantuvo algún tipo de comunicación por medios electrónicos con Lucía Díaz Sosa, de 27 años de edad, el jueves 9 de julio, cuando sobre la hora 23.00 desapareció hasta ser encontrada muerta un día después.

Los indagados, que fueron interrogados, estuvieron incomunicados y declararon ante la justicia hasta el límite de los plazos legales, fueron: el indigente que encontró el cuerpo, el ex marido, otro hombre que mantuvo una relación breve en los últimos meses, un enfermero y el empleado de un hotel.

Según los resultados de las pericias encargadas por la justicia sobre los equipos informáticos y telefónicos de uso habitual de los indagados y de la víctima, no hay indicios de que haya habido algún tipo de comunicación durante el día previo a la desaparición y muerte de Lucía.

Tanto los teléfonos celulares de los indagados, como sus computadoras personales, una tableta de la víctima y su teléfono personal fueron peritados y sometidos a la extracción de información por parte de distintas empresas de comunicaciones a pedido de la justicia.

Las antenas de telefonía celular de toda la zona, no registran actividad de ninguno de los aparatos de los indagados en proximidades del barrio Jaurena, Sanatorio Mautone, barrio La Loma, calle Guyanas o avenida Roosevelt entre jueves 9 al anochecer y las 24 horas posteriores.

Por otra parte, ninguna filmación de cámaras de seguridad de toda la zona peritada, aporta datos vinculados a movimientos extraños de algún vehículo o de personas en los mismos horarios. Tampoco surgió el testimonio de alguien que pudiera haber visto algo sospechoso.

Por ahora solamente resta recibir los resultados de los estudios a los que fue sometido el pañuelo de Lucía Díaz, el mismo que utilizó su victimario para estrangularla. Sin embargo, expertos dijeron a MaldonadoNoticias que difícilmente pueda aportar datos importantes.

“Es difícil obtener un ADN de una prenda utilizada de esa manera, solamente que en forma casual haya caído un cabello del victimario o alguna gota de sangre o saliva, lo que no se pudo observar en primera instancia”, explicó un experto a MaldonadoNoticias.

Algunos otros pequeños elementos y hasta algunos preservativos usados recogidos en el entorno del lugar donde apareció el cuerpo, también se enviaron al ITF en Montevideo. Igualmente, se supone todo lo recogido se encontraba tirado en forma previa a todo lo ocurrido.

Los días pasan

El asesinato de Lucía Díaz, ocurrió entre la noche del jueves 9 y la madrugada del viernes 10 de julio, para los investigadores, muy cerca de donde fue encontrado el cuerpo debajo de unos arbustos y a pocos metros de la calle Guyanas, en el barrio Jaurena de Maldonado.

Al repaso de todo el expediente que realizó el titular de la sede Penal de 2° Turno, doctor Gerardo Fogliacco, se sumó la última semana el concurso de una semióloga que llegó a Maldonado especialmente para entrevistarse con los únicos cinco indagados por el caso.

Lucía había salido de su casa la noche del jueves 9 de julio como otras noches, en dirección a la zona de Sanatorio Mautone, donde lograba obtener conexión de Internet, según su familia, para contactarse con su padre que se encuentra en el exterior del país.

Ese día sobre la hora 23.00, salió de su casa con las llaves de la misma y un teléfono celular, el que solamente utilizaba para las comunicaciones con su padre, porque otro de uso personal lo había dejado. El primero de los aparatos y las llaves de la casa nunca aparecieron.

Una de las dudas que sigue latente, es si realmente Lucía salió en busca de esa conexión a Internet, o fue lo que le dijo a su madre, para no revelar que había quedado de encontrarse con alguien. Esta diferencia puede resultar sustancial para llegar al asesino.

Lo último puede haber ocurrido, y es tal vez por lo cual no hubo testigos de algo anormal en ese tramo de la calle Guyanas que, registra un movimiento relativamente importante ya que es la conexión entre la avenida Camacho y el cercano Sanatorio Mautone.

Por el lado de la avenida Roosevelt, a unos 30 metros de donde fue abandonado el cuerpo, hay una de las estaciones saludables para realizar ejercicios físicos al aire libre. No aparecieron eventuales usuarios que hayan visto algo extraño a tan corta distancia.

(Foto: MaldonadoNoticias)

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