El edil (s) Franco Becerra (Frente Amplio), pidió que la Intendencia de Maldonado revea la concesión del servicio de aerosillas de Piriápolis, tras el accidente ocurrido hace poco más de una semana, donde una mujer sufrió diversas lesiones a raíz de problemas en el sistema que hasta hoy no se han explicado claramente.

Becerra, recordó en el inicio de su alocución, que el 25 de julio de 2017 había elevado un pedido de informes a la Intendencia de Maldonado, para que reviera la licitación del servicio de aerosillas de Piriápolis, ya que “en estos últimos años se encontraban en el peor estado que pudieron llegar a tener”.

Dijo que en el llamado a licitación N° 36/16 algunos requerimientos eran muy claros, y exigían, por ejemplo, el cambio de lingas y de roldanas, así como la instalación de un botón de pánico y otros requerimientos para dotar de seguridad a los usuarios del tradicional paseo de Piriápolis.

El 15 de agosto del mismo año, reiteró el pedido de informes, agregando que, “allí había funcionarios que trabajaban en negro porque el concesionario los sacó de la grilla del BPS”, lo que se constituía en “evasión de los deberes como empleador y tampoco se nos contestó”, aclaró Becerra.

A mediados de octubre de 2017, “volvemos a hacer la reiteración del pedido de informes y tampoco se nos contestó y en una exposición, en noviembre, en esta Junta Departamental dijimos que iba a suceder lo que veníamos previendo: iban a empezar a funcionar las aerosillas e iban a haber accidentes”, explicó.

Varios accidentes

Al último accidente ocurrido la tarde del viernes 21 de septiembre, donde una mujer sufrió diversas lesiones de consideración, Franco Becerra trajo al tapete otros acontecidos anteriormente en lo que va de este año. El primero, recordó, se produjo el 26 de enero, y el segundo el 24 de febrero.

Pero con relación al del 21 de septiembre, dijo que “fue peor porque el director de Higiene se sentó en un medio de prensa y dijo: ´La señora se tiró por voluntad propia, no pasó nada, vio que los niños se estaban hamacando demasiado y se tiró, por las dudas´. Eso es una falsedad…”, denunció.

Explicó que en realidad dos mujeres sufrieron lesiones, “una se cayó y atrás se tiró la otra señora para ayudarla, quedando con un tobillo esguinzado. Ese fue el segundo caso, pero el primero fue peor: la señora se cayó de entre unos cuatro a seis metros de altura”, y repasó las lesiones sufridas.

Becerra se lamentó que el Intendente Antía no se haya referido a este suceso porque “seguramente estará en campaña electoral”, y que el director Jorge Píriz, “sigue sin saber lo que pasó: él no vio; no tiene idea; no le llegó la información. Mandó a los técnicos de la Intendencia recién ahora, un año y pico después”.

Dijo que en una nota que le hicieran al jerarca, este sostuvo que los funcionarios de la aerosilla “activaron el botón de pánico” lo que no es cierto “porque no existe. El sistema operativo dejó de funcionar porque se bajó la llave de luz, se bajó la llave térmica porque tuvo una recarga”.

“Esperaron a los bomberos para ver qué hacían y, cuando estos llegaron, evaluaron la posibilidad de bajar al niño de siete años, cosa que hubiera sido peor, porque si el niño se hubiese puesto más nervioso, se habría tirado”, acotó, en referencia al pequeño que ocupaba la silla junto a la mujer accidentada, su abuela.

Finalmente preguntó hasta cuando las autoridades permitirán que se sigan produciendo estos hechos, para luego calificar a la licitación como “poco transparente, porque había ofertas que prestaban más servicios y les dejaban más dinero a las arcas de la Intendencia, pero esas ofertas no se eligieron”.

“La familia de esta mujer evalúa la posibilidad de hacerle un juicio al concesionario y a la Intendencia, y lo bien que hace; algún precio tienen que pagar. Si yo salgo sin libreta de conducir me van a multar, entonces, voy a sacar la libreta porque me voy a dar cuenta de que me va a costar dinero si no lo hago”, consideró.

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