La Intendencia de Maldonado realizó una gran inversión que se inició con la expropiación de las tierras donde se ubica la ya afamada cantera, y consolidó un nuevo paseo que potenciará esa zona del departamento, ubicada 13,5 kilómetros al Norte de la ciudad de Pan de Azúcar. El paseo, estará abierto todos los días de 9.00 a 17.00 horas con entrada libre.
Los dos miradores están construidos sobre estructuras metálicas que “vuelan” sobre los acantilados de la cantera; los pisos tienen tramos de rejilla metálica y partes transparentes de vidrio que soportan 500 kilos por metro cuadrado, así como barandas de 1,20 metros de altura, más altas que las convencionales.
Se suma en el entorno un paseo con pasarelas de madera, bancos, servicios higiénicos, una construcción para el control de los visitantes y un cercado perimetral que brinda total seguridad a los visitantes que, hasta años atrás corrían serios riesgos al acercarse a los bordes de los acantilados sin ninguna protección.
Los dos miradores (se construyeron en acero Corten, y tienen un peso de 10.000 kilos el más grande y 5.000 kilos el más pequeño), están conectados entre sí a través de una pasarela de madera. La inversión en el nuevo paseo fue de US$ 900.000 y el parque buscó acompañar el paisaje alterando lo menos posible la flora.
Durante la inauguración realizada el viernes 25 de abril, el intendente de Maldonado Enrique Antía, sostuvo que el proyecto tiene mucho que ver con el desarrollo de esa zona del departamento, al tiempo que señaló que “las grandes cosas se hacen cuando se involucran el pienso y el corazón”.
Por su parte el director general de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, recordó que le demandó muchos años a la Intendencia de Maldonado “poder hacerse del predio para transformarlo en un lugar de disfrute para todos”, ya que se tuvo que expropiar una parte de la cantera para hacer realidad la obra inaugurada.
Píriz comentó que la idea nació en Alemania cuando encontró metalúrgicas que realizaban trabajos similares, y reivindicó además que se sigue poniendo en valor el patrimonio y los espacios públicos en todo Maldonado que habían sido recibidos “en pésimas condiciones hace diez años atrás”.
El circuito turístico que se cierra con la inauguración de estos miradores en Nueva Carrara, va de la mano con otras obras realizadas en el entorno de Pan de Azúcar, como el mirador “Sentir Las Ánimas” o la recuperación del camino Charles Darwin, donde además se desarrolló infraestructura para albergar artesanos y otros eventos.
Moda en pandemia
La zona, conocida por mucha gente pero hasta hace algunos años desconocida para muchos más, literalmente explotó en pandemia, cuando alguien visitó la zona, tomó imágenes y gravó videos que comenzaron a llamar la atención de miles de personas que en pocos días, desfilaron hacia allí.
Hubo que tomar medidas inmediatamente porque el lugar no solo era privado sino que encerraba muchos peligros ya que los acantilados desde donde se observaba un espejo de agua de un color inigualable no tenían ninguna protección y la propia laguna donde hubo quienes se animaron a bañarse, eran extremadamente peligrosas.
El martes 12 de marzo del año pasado, la Intendencia de Maldonado obtuvo anuencia de la Junta Departamental (se aprobó por unanimidad), para expropiar “por razones de necesidad y utilidad pública, la fracción 1 del Padrón Nº 31226”, que comprendía el conocido como Mirador de la Cantera Blanca de Nueva Carrara.
A su vez, el Fondo de Incentivo a la Gestión de los Municipios (FIGM), concedió recursos al Municipio de Pan de Azúcar para desarrollar el proyecto en una zona de creciente interés turístico, ubicada 13,5 kilómetros al Norte de esa ciudad, en medio de inigualables paisajes y cada vez más establecimientos dedicados a distintos rubros.
El Fondo de Incentivo a la Gestión de los Municipios, que funciona en la órbita del Congreso de Intendentes, aprobó en 2021 recursos para potenciar el turismo en esa zona, al Norte de la ciudad de Pan de Azúcar, tras lo cual la Intendencia de Maldonado y el municipio comenzaron a definir un proyecto.
Así se podría concretar una idea promovida por la IDM junto al gobierno local, para ordenar y potenciar el incipiente interés que en aquel momento llevó a miles de personas a ingresar sin autorización a una zona muy peligrosa que era propiedad de la Compañía Nacional de Cementos (CNC), a visitar canteras y lagos.