La edila (s) Marta Torres, del Partido Nacional, realizó en la Junta Departamental de Maldonado un repaso por la historia del icónico hotel San Rafael, que, se transformaría en pocos años en el centro de un gran complejo turístico que demandará una inversión de más de US$ 400 millones.

Marta Torres, recordó que el San Rafael fue una idea de los años 40 del Siglo XX, “pensada por un grupo de inversores que con el fin de la Segunda Guerra Mundial pensaron y vieron ese 1945 como un año próspero, en el que era necesario entrar en la modernidad”.

Narró que el proyecto original fue de los arquitectos de apellido, Puente, De los Campos y Tournier, quienes presentaron un croquis para erigir en Punta del Este un verdadero castillo estilo Tudor, nacido en Inglaterra en el siglo XVI a partir del modelo arquitectónico de casas campestres de las familias más adineradas.

“Esta idea se convirtió en la construcción de un hotel que se inaugura en 1948, con ciento treinta habitaciones, con un estilo Tudor inglés inspirado en los castillos europeos. En ese entonces, el San Rafael dio trabajo a doscientos empleados, e inauguró el casino más sofisticado de Uruguay…”, recordó.

Abrió sus puertas el 11 de diciembre de 1948, constituyéndose rápidamente en uno de los hoteles de Categoría Especial de Uruguay, compitiendo como número uno con el Victoria Plaza de Montevideo. En esa época no existía la categorización por estrellas y los establecimientos de la Categoría Especial, eran los más lujosos.

Materiales nobles

Entre los materiales de construcción se destacaron baldosas mayólicas y sanitarios importados de Gran Bretaña y pizarras de origen portugués. “Nos cuenta, además, la historia, que el casino del hotel era una sala principal fastuosa que intentaba competir en lujo con los grandes casinos de la Costa Azul francesa y Mónaco”, dijo.

“Los salones de eventos, entre ellos el Salón Gótico, con capacidad para mil quinientas personas, fueron sedes de varios congresos políticos, entre ellos, la reunión de presidentes de América en 1967 y la primera reunión de la Ronda del Gatt y la OEA”, recordó Marta Torres.

Entre el casino, el hotel, la boite y servicios como peluquería y locales de venta de joyas, aseguró que trabajaban 500 personas, y era “lugar de alojamiento obligado para artistas, políticos y familias adineradas, y paseo necesario para quienes no tenían un alto nivel económico, admirando su fachada y sus distintas salas”.

También, recordó la edila, en esa época se produjo un hecho político-policial de gran repercusión, cuando “el 18 de febrero de 1969 un comando de la agrupación Tupamaros robó la recaudación del casino, siendo este hecho tapa de todos los diarios y revistas de la época”.

“El tiempo fue tallando el paso de los días y la década del 80 ya no fue tan fácil a la hora de mantener la imagen del mejor hotel de Punta del Este. Ya había más lugares de moda, la ciudad crecía hacia La Barra y el Hotel San Rafael pasaba a formar parte de la historia con cada año que pasaba”, expresó.

Agregó que en la década de los ´90, se hizo uno de los últimos intentos de inversión importantes, cuando se construyera, en una ampliación de 2.000 metros cuadrados, una piscina climatizada y un spa, modernos atractivos para el momento que no fueron suficientes como para revitalizar el hotel.

A esa altura el San Rafael estaba muy lejos de sus mejores días, funcionaba con el mínimo personal y denotaba deficiencias estructurales que no se podían enfrentar por los altos costos, “además de que la crisis de 2001-2002, que alejó al turismo argentino, y la crisis mundial de 2008 fueron de un impacto innegable…”.

Marta Torres recordó que, más cerca en el tiempo, en el año 2009, hubo algunas intenciones de compra por parte de un grupo empresarial argentino y la cadena de hoteles Hilton que lamentablemente no prosperó. “El hotel cerró al público en 2011 y en 2012 dejó de funcionar...”.

El presente

Admitió la alegría que sintió mucha gente cuando se anunció que el Grupo Cipriani se había comprometido a adquirir el San Rafael, así como toda la manzana donde se ubica, porque “ningún esplendor muere en forma definitiva y, sobre todo, después de brillar por tantas décadas en Punta del Este”, consideró.

Destacó que el grupo comprador posee una cadena de hoteles mundial, y que haya depositado su confianza en el prestigioso arquitecto uruguayo Rafael Viñoly para hacer el proyecto que luego de ingresar a la Intendencia de Maldonado ha sido elevado a la Junta Departamental tras ser resideñado.

“Esta es una nueva apuesta al desarrollo, al turismo, al trabajo. A algunos nos gustará menos, a otros nos gustará más, más que nada en cuanto a su fisonomía, pero, como en otros tiempos, también ahora tenemos un tiempo nuevo, de ciencias distintas, de sociedades distintas, de necesidades distintas…”, evaluó Torres.

e-max.it: your social media marketing partner