El viernes se dio un hecho inusual en Maldonado, cuando un artista callejero anadiense que realizaba música dentro de una unidad de la empresa Codesa, fue bajado por la fuerza frente a la seccional policial 1ª. Hubo reacciones por la actitud del conductor y por la forma en que actuó la Policía.
El artista callejero, de origen alemán (luego se supo que es canadiense), ascendió en Punta del Este y abonó el pasaje para viajar hacia la ciudad de San Carlos, de donde seguiría camino hacia el balneario rochense de La Paloma. Fue en la unidad 152 de la empresa Codesa que cubría la Línea 1.
Dentro del ómnibus, el alemán sacó un instrumento artesanal y comenzó a hacer música y a cantar, situación que fue advertida por el conductor de la unidad que en varias ocasiones le pidió que no lo hiciera. Ante su negativa, en el centro de Maldonado el conductor se salió de ruta y se dirigió a la seccional 1ª.
Allí una funcionaria policial ascendió a la unidad y con absoluta corrección le pidió al artista que descendiera porque no podía estar desarrollando su espectáculo en la unidad, aunque, aparentemente quien solamente se sentía molesto era el conductor del ómnibus y no los pasajeros.
El canadiense dijo que había pagado su pasaje y estaba haciendo “arte” y fue nuevamente invitado a descender a lo que se negó. Fue en ese momento que un grupo de 3 o 4 policías lo bajaron por la fuerza en las puertas de la seccional 1ª, sumándose luego otros efectivos lo que fue calificado como una exageración por testigos.
El ómnibus continuó la marcha pero no fueron pocos los testigos de lo ocurrido que expresaron su malestar con la actitud de conductor y policías, haciendo circular una serie de videos caseros de los momentos vividos. Fuentes policiales dijeron que el extranjero en ningún momento estuvo detenido.
Como corresponde, los hechos fueron informados a Fiscalía, se identificó plenamente al ciudadano extranjero, se labró un acta y pudo seguir su camino. En Maldonado, no hay legislación que autorice o prohíba expresamente la presencia de artistas o vendedores en los ómnibus.
El caso fue bastante particular porque en realidad no hay demasiados antecedentes de artistas realizando actuaciones dentro de los ómnibus, aunque es más común observar, por ejemplo, a vendedores de golosinas o personas sordas o mudas que solicitan algún tipo de colaboración.
Algunas fuentes indicaron a MaldonadoNoticias que, en realidad, lo que se pretende evitar es molestias a otros pasajeros, pero que hay pocos antecedentes de una unidad que desvíe su ruta para ir hacia una comisaría cuando la persona no causaba molestias, no estaba ebria y había abonado el pasaje.