El proyecto “Plantar es Cultura” apuesta a fomentar un cambio en las modalidades de consumo de alimentos, generar hábitos de trabajo y apoyar la creación de espacios de encuentro para la sociedad. El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) presentó un informe con las principales acciones implementadas que apuntan a fortalecer experiencias de huertas urbanas comunitarias.
Con la finalidad de crear más espacios verdes, brindar nuevas herramientas de trabajo y crear lugares donde las personas se encuentren con un mismo fin, fue que el MEC impulsó el programa “Plantar es Cultura", iniciativa que apunta a fortalecer las experiencias de huertas urbanas comunitarias.
Según explicó el director de general de Secretaría del MEC, Pablo Álvarez, esa iniciativa se creó porque existía "una demanda ciudadana de vincularse a la tierra y a la producción de alimentos, así como de generar espacios de encuentro distintos dentro de la ciudad".
A 6 meses de su presentación y con más de 30 huertas comunitarias funcionando, se realizó un informe sobre las principales acciones realizadas a través del programa de agricultura urbana comunitaria y los desafíos a afrontar.
Dentro de las acciones efectuadas, el coordinador del programa, Carlos Brasesco, hizo referencia a la elaboración de varios kits de herramientas manuales básicas, a las que las comunidades pueden acceder para instalar y desarrollar huertas de un máximo de 2.500 metros cuadrados.
Asimismo, se realizó un acuerdo con la Red de Semillas Criollas del Uruguay y con Redes Amigos de la Tierra, para comprar a los productores familiares vinculados a la red, insumos hortícolas y así apoyar a los emprendimientos del programa.
Además se financió la edición de 500 ejemplares del "Manual para la producción y consumo saludable", elaborado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y la Facultad de Agronomía y se firmó un acuerdo, con la institución, para generar un componente de capacitación en la materia.
Entre las perspectivas a futuro, Álvarez señaló la necesidad de fortalecer el proyecto con apoyo institucional, generar una red nacional de producción de huertas comunitarias urbanas, para compartir las experiencias, multiplicar los espacios verdes en la ciudad y poner en marcha la formación en agricultura urbana.
Comentó además, la intención de crear un banco de semillas para contribuir a la producción de insumos orgánicos en Uruguay y en la realización de un Encuentro Nacional de Agricultura Urbana como una forma de potenciar y promover a los actores sociales vinculados a esta nueva forma de agricultura familiar.