El Presidente de la República, José Mujica, señaló que es “ridículo y estúpido” criminalizar a los jóvenes y dijo que los que están fallando no son los muchachos, sino la acción de los veteranos en la cabeza de los muchachos.
Mujica, reclamó un mayor involucramiento de los adultos en la enseñanza de vida de los niños y adolescentes y en "nutrir" sus cabezas de principios, para no tener que lamentar la cantidad de jóvenes que están privados de libertad, "sin aprovechar una de las etapas más gloriosas de la vida".
Reconoció que le impresiona "la cantidad de gente joven en un país promedialmente muy entrado en años y lo asusta que tanta gente joven en vez de vivir la vida con libertad, termina sacrificando la libertad por una miserable opción económica que los arruina".
“Hay algo en que considero estamos fallando largamente los mayores: no tenemos tiempo para machacar y machacar en la cabeza de las nuevas generaciones la acumulación de la experiencia, de la conducta de vivir”, subrayó el Presidente en su audición por radio M24.
"No se le puede pedir a la gente joven que tenga así como así el resultado de lo que no ha vivido. Es obvio que el porvenir es de los jóvenes, pero desgraciadamente la honda sabiduría del buen vivir se va en general fijando con los golpes que dan los años y el haber vivido", aseveró luego.
“Es muy poco lo que los seres humanos aprendemos cuando no lo hemos vivido. Hay mucha necesidad de machacar y machacar para poder contrarrestar esa tendencia ingenua, esa tontería natural, ese exceso de confianza ingenuo de aquellos que han vivido muy poco”, insistió.
Para Mujica, en nuestra sociedad tanto los padres como los abuelos, gastan poco tiempo en nutrir la cabeza de los muchachos, y “hay que ser amigo de la gente joven; hay que recepcionar sus hondas confesiones, hay que estar al lado de las incertidumbres, hay que tratar de poblar sus soledades afectivas”.
“Nuestras sociedades parece que quieren educar para el éxito que ya sabemos cuál es: no intentan educar para el camino de la vida misma. Parecería que no se puede gastar tiempo en trasmitir cosas que en el fondo ni son servicios ni mercadería facturable”, prosiguió Mujica.
El primer mandatario, que supo pasar gran parte de su vida en prisión, es muy importante remarcar que es casi milagroso estar vivo y entender que hay que luchar para que esta vida tenga una cuota creciente de felicidad, por lo cual le preocupa la situación de miles de jóvenes.
“Amor a lo cotidiano, a la sencillez y en el fondo amor a la vida. Es una tarea permanente y sistemática que impacta la ausencia de estos caminos cuando uno ve en una cárcel tanta gente joven, en una de las edades más gloriosas de la vida, perdiendo vida”, lamentó Mujica.