Los delicados trabajos para salvar la estructura estuvieron a cargo de la empresa Saceem y tuvieron un costo superior a los US$ 7 millones. En la reinauguración, se admitió que de no haber tomado medidas urgentes el año pasado para apuntalarlo, el puente se hubiese derrumbado.

 

Este jueves, con la presencia del intendente de Maldonado, Enrique Antía y el vicepresidente de Saceem, Alejandro Ruibal, se volvió a habilitar el puente ondulante 2 sobre el arroyo Maldonado, con lo que quedaron atrás momentos de gran incertidumbre y preocupación.

El jefe comunal dijo que “fue una cuereada brava”, y sostuvo que la obra llevada a cabo por la empresa Saceem, fue un desafío sin antecedentes por las características de la estructura, y que el esfuerzo económico fue una gran inversión “del pueblo” que valió la pena por lo que significa el puente.

Recordó la noche de 2022 que lo llamaron para decirle que el puente no se salvaba, que a cada instante bajaba más sobre el agua y que era cuestión de horas. “De esta noche no pasa” le decían, y si el puente se hubiera caído habría generado un daño ambiental muy grande.

Sin embargo, al otro día empezó la intensa búsqueda de una solución inmediata para evitar el derrumbe, encontrándose una provisoria que permitió incluso (mediante la colocación de gigantescas vigas transversales de hierro por debajo de la estructura) habilitarlo para el verano.

Desde ahora sobre el puente reparado, se podrá circular hacia los balnearios al Este del arroyo Maldonado, a una velocidad máxima de 45 Km/h. y quedó prohibido el tránsito de carga pesada. A la estructura, le colocaron 16 pilares sentados a 24 metros debajo del lecho del arroyo.

Antía dijo que en enero de este año, por el puente pasó un promedio de 19.000 vehículos por día, lo que da la magnitud de lo que hubiera ocurrido si no se podía recuperar. “La gente de la Barra habría quedado aislada”, aseguró el intendente al remarcar que se salvó un icono de Punta del Este.

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