El Ministro de Salud Pública, Jorge Basso, dijo que es necesario evaluar la incorporación de “cosas que sean necesarias con los recursos que son suficientes”. Para ello se está elaborando un mapa sanitario que ponga en el territorio todos los recursos existentes, para detectar superposición y falencia.
“Cuando una reforma sanitaria logra aumentar la cobertura, avanzar en la universalización, el gran desafío es no perder el control de la calidad de la atención, con la lupa puesta en los procesos asistenciales”, agregó el titular de Salud Pública.
El mapa sanitario es una herramienta que permitirá divisar la superposición de recursos o la falencia de ellos para la toma diaria de decisiones. “Cuando viene un prestador y solicita agrandarse, incorporar tecnología o más servicios, este mapa nos permitirá definir la pertinencia o no de otorgarlo”, sostuvo Basso.
También indicó que en algunas áreas los recursos son subutilizados, por ejemplo algunas herramientas tecnológicas muy costosas financiadas por las instituciones con el aporte de Rentas Generales, mediante el mecanismo de sobre cuota de inversión, por lo que se incorpora al gasto del sector salud.
“Cuando vemos eso, nos damos cuenta de que allí está faltando más sistema, porque a veces cerca de ese lugar hay usuarios que, al ser de otro prestador, deben hacer largos trayectos para hacerse un estudio, teniendo tan próxima la posibilidad de acceder”, agregó el titular del MSP.
El Ministro recordó que Uruguay invierte US$ 4.500 millones, que significan el 9,2% del Producto Interno Bruto (PIB). “Hay países que gastan mucho más que nosotros y tienen peores indicadores sanitarios. Eso demuestra que más no asegura ser mejor”, indicó.