La ampliación del CURE-Maldonado se basa en un aulario en 2 plantas que contará con 5 salones, uno de ellos de grandes dimensiones con capacidad para 160 personas, 2 con capacidad para 60 personas, 1 con capacidad para 25 personas y otro para 20. El nuevo aulario estará conectado a uno de los módulos principales del edificio actual.

 

El director de la sede Maldonado del CURE, Carlos Iglesias, explicó que “Maldonado está teniendo una matrícula continua y sostenida en los últimos años en el entorno de los 1.000 estudiantes y redondeamos más o menos una población activa de unos 3.500 estudiantes”.

Dos de las 10 carreras de grado llevan el mayor número de estudiantes: la licenciatura en Educación Física y el tecnólogo en Administración y Contabilidad. Estas carreras requieren de espacios para más de 150 estudiantes lo que lleva a que se usen las instalaciones del Aula Magna como salón de clases.

Uno de los problemas que el nuevo aulario solucionará será el dictado de clases masivas en un espacio adecuado para estudiantes y docentes. Iglesias dijo que “entre toda la diversidad de carreras que tenemos la capacidad de salones de la sede no da abasto, nos quedó chica”.

Ante ese escenario, se siguen usando, hasta este año al menos, las instalaciones que la Intendencia de Maldonado facilita al CURE debajo de una de las tribunas del estadio Domingo Burgueño Miguel. La desafectación dependerá de la fecha de finalización de la ampliación encarada.

“Esto se da porque cuando nos mudamos para este edificio, nos quedamos sin poder albergar todos los cursos que tenemos, esto sin poner sobre la mesa todos los cursos de Educación Permanente que son muchos los que se ofrecen todos los años en Maldonado”, agregó.

Por otra parte, sigue creciendo el número de ofertas de carreras, ya que había una maestría propia en Manejo Costero Integrado, y este año acaba de iniciarse la primera generación de la maestría en Políticas Culturales. Además, hay estudiantes de posgrado que no corresponden a estos programas.

Esta ampliación de las aulas, permitiría que, “el edificio albergue cómodamente a los estudiantes, si los números de ingreso se mantienen como hasta el momento, según las proyecciones realizadas por el Departamento de Enseñanza (Bedelía)”, señaló el director del CURE-Maldonado.

Se proyecta la finalización de las obras, si todo se desarrolla con total normalidad, para el primer semestre de 2020. En principio el mantenimiento de las nuevas instalaciones se realizará con los recursos disponibles, en materia de servicios generales, que incluyen vigilancia y limpieza, entre otros.

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