Un delincuente de 23 años, poseedor de innumerables antecedentes por robos y arrebatos, esta vez fue enviado a la cárcel de Las Rosas, por intentar hurtar 10 atados de leña. Fue sorprendido por vecinos cuando salía de una casa con el particular botín en Altos de Maldonado.
El domingo último, la Jueza Penal de 11° Turno de Maldonado condenó a José María Malacre Gutiérrez, de 23 años, a la pena de 4 meses de prisión como autor de un delito de hurto en grado de tentativa, tras intentar robar leña del interior de una finca de Altos de Maldonado.
Un llamado al servicio de emergencias 911, puso en alerta a la Policía sobre un hurto en proceso. Cuando la primera unidad policial arribó al lugar, particulares habían logrado reducir a quien poco después fue identificado como José María Malacre, poseedor de múltiples antecedentes.
La víctima del frustrado y particular robo dijo que, un vecino había observado al imputado cuando mediante daños había ingresado a la casa y sustraído 10 atados de leña que dejó abandonados en el exterior cuando se vio sorprendido por sus aprehensores.
Tiene varias
El 13 de mayo del año pasado, ese sujeto había sido enviado a la cárcel por última vez, por la comisión de un delito de hurto especialmente agravado, “por haberse cometido por sorpresa mediante despojo de las cosas que la víctima llevaba consigo”, definición técnica del arrebato.
Un día antes, personal de Investigaciones del Distrito 2, logró su detención mientras se encontraba refugiado en una carpa, en un monte ubicado entre Camino Lussich y Camino Benito Nardone, zona en la que había cometido hasta entonces casi todos sus delitos.
Malacre Gutiérrez, estaba requerido por la Justicia desde el mes de abril, luego que una serie de elementos probatorios lo vincularan con lo que en principio se caratuló como una rapiña, perpetrada en perjuicio de una joven a la que tomó del cuello y tiró al suelo, para llevarle su teléfono celular y $ 200.
El martes 22 de marzo del año 2016, este delincuente fue detenido por la Policía, mientras ocupaba una casa deshabitada del barrio La Sonrisa. Aquella vez, no había tenido peor idea que robar una serie de herramientas en una vivienda lindera a la que estaba habitando.
El hurto ocurrió la tarde del domingo 20 de ese mes en una finca de calles Anfusso y Formosa, a la que ingresó por la pequeña ventana del baño, hurtando distintas herramientas. Indagado por el destino de las herramientas robadas, confesó que las había guardado en la casa de un tío.
La finca de este hombre fue allanada y se pudo recuperar la totalidad del botín. José María Malacre Gutiérrez, fue llevado ante la Jueza Penal de 4° Turno, que dispuso su procesamiento con prisión por un delito de hurto. El tío del ladrón quedó totalmente desvinculado del hecho.
Menos de 4 meses después ya estaba libre; a mediados de julio de 2016 fue nuevamente enviado a la cárcel, como autor de dos delitos de hurto especialmente agravados en régimen de reiteración real. El 8 de julio le había arrebatado un teléfono celular a un adolescente.
El chico se desplazaba a pie a la altura de Camino Lussich y calle Juan López Formoso, barrio La Sonrisa, cuando José María Malacre pasó a su lado, le quitó el aparato de las manos y huyó a pie. Pero pocos días después, cometió otro robo mediante descuido.
El 11 de julio, ingresó a una rotisería ubicada en Camino Lussich y calle Fermín Landa, donde solicitó algo para comer. Al retirarse, se llevó un frasco de vidrio que oficiaba de “caja chica” y fue denunciado. Le imputaron dos delitos de hurto especialmente agravados, en régimen de reiteración real.